Mathew Flores, de doce años, es un poco diferente del resto de los niños. Leía correo ‘basura’, como propaganda, catálogos, etc. Hasta hace poco, esos eran los únicos materiales de lectura de los que disponía, pero Mathew ama tanto leer que se acercó a su cartero en Salt Lake City, Utah, Estados Unidos, para preguntarle si podía conseguirle más correo.
La extraña pregunta llevó a Ron Lynch a preguntarle para qué. La conmovedora respuesta del niño está en un post que el cartero subió posteriormente a Facebook.
Hoy, mientras entregaba el correo en un complejo de departamentos, lo vi leyendo anuncios, y entonces se me acercó para preguntarme si tenía algo extra en el correo que él pudiera leer. Me confió que lo que deseaba era tener libros para leer. Yo le contesté que en la biblioteca había muchos, pero él me contestó que no tenían coche ni podía pagar el autobús.
Lynch les pidió a sus amigos de Facebook que le regalaran libros a Mathew.
La mayoría de los niños de su edad sólo se interesan por lo electrónico. Es genial ver su deseo por la lectura y haber visto su cara cuando le dije que lo podía ayudar. Él cuenta conmigo ahora, así que ¡yo cuento contigo!
Ron pensó que su post le conseguiría unos 50 o 60 libros a Mathew, pero su petición se volvió viral. Gente de todo el mundo, incluidos Gran Bretaña, Australia o la India, por ejemplo, han enviado libros. Cientos de ellos.
Cuando los primeros libros llegaron, Mathew no daba crédito. Pensó que era un error. “Me siento asombrado y humilde por lo que ha ocurrido”, expresó a los noticieros de su ciudad. De hecho, ha preparado un mensaje que les envía a quienes mandan un libro:
Son ustedes, quienes se preocuparon por hacer algo por mí, los verdaderos héroes de esta historia. Dios los bendiga, y ¡muchas gracias a todos!