¿Sabías que existe algo llamado Teoría del Autocuidado? Así es, y propone que las personas practiquen actividades para mantener su vida, salud y bienestar. Si bien, es muy fácil abrumarnos con una sociedad en constante movimiento y exigencias, siempre podemos decidir cómo vivir y potenciar un cuidado integral que nos ayude a tener una vida saludable.
Generalmente vamos al médico cuando tenemos molestias. Nos examina, realiza pruebas, da el diagnóstico y salimos a casa con nuestra receta y medicamentos para no volver hasta la siguiente vez que sea necesario. ¿Estoy en lo cierto? Pues el autocuidado trabaja nuestro bienestar y nos dice que no esperemos a ponernos mal, sugiere que incorporemos hábitos saludables para evitar en la medida de lo posible tener que acudir al médico e, incluso, automedicarnos. Es algo así como: más vale prevenir que lamentar. Otros cambios que el autocuidado nos dice que hagamos en nuestra vida tienen que ver con:
1. Cuida lo que comes
El buen funcionamiento del cerebro depende de los nutrientes que reciba. Ciertos alimentos inducen o reducen nuestro rendimiento. Por lo tanto, te recomendamos que tomes conciencia de qué comes y cómo lo comes. Somos afortunados al tener alimentos tan variados y sanos.
2. Ten disposición y mejora tu actitud
La actitud con la que inicias el día y la forma en que lo enfrentas repercute en las experiencias que desarrollas. Todos pasamos momentos malos en la vida, pero intenta verle el lado positivo a lo negativo. Esto te ayudará a mantener tu mente sana y equilibrada y también tu cuerpo, porque se ha demostrado que el estrés y los pensamientos negativos influyen en nuestra salud física, llegando a contribuir en el desarrollo de enfermedades.
3. Abandona o modera
A lo largo de nuestra vida hemos adquirido hábitos que nos ayudan a liberar el estrés o, simplemente, a convivir con otras personas. El problema llega cuando esos hábitos se tornan excesivos y hasta destructivos, por lo que en el caso del consumo del alcohol no lo lleves al extremo. Eso ayudará a que tu cuerpo y tu mente no se deterioren con mayor rapidez. Lo mismo pasa con el tabaco, con las bebidas azucaradas y otras sustancias que se tornan nocivas.
4. Relaciónate con tus emociones
Miedo, angustia, rabia, tristeza, amor, culpa, incertidumbre… Somos inevitablemente vulnerables a experimentar cada una de estas emociones en algún momento de nuestras vidas. En vez de tratar de controlarlas, relaciónate con ellas y trata de entender por qué las estás experimentando. Muchas veces tratando de deshacernos de ellas nos hacemos más daño que viviéndolas como llegan.
5. Actívate
Somos cuerpo y mente, y si ya comenzaste a modificar tu alimentación y quitarte esos malos hábitos que a la larga afectarán tu cuerpo, vamos a ayudarlo con algo de actividad física como un proceso de desintoxicación integral. El ejercicio que realices adáptalo a tu edad, condición, disponibilidad, gustos, etcétera.
Sí, todo lo anterior puede parecer aburrido y hasta limitante, pero recuerda que si tú no te cuidas, ¿quién lo hará por ti?