En algunas ocasiones los que más pueden ayudarnos a sanar son los animales. Ellos nos enseñan que la vida es una lucha constante y que todos debemos estar ahí para enfrentarla. Y cuando un niño encuentra a la que será su mascota, de inmediato se forma una conexión no sólo de amistad, también de amor y protección.
Esta es la historia de Caleb, un niño que sufrió un terrible accidente automovilístico, el impacto fue tan grave que le provocó un traumatismo cerebral llevándolo a pasar varios meses en el hospital. Después de un tiempo con tratamientos, Caleb por fin se trasladó a una silla de ruedas con la que sus padres lo transportaban; y durante las terapias encontró al que sería su esperanza para poder caminar: un perro golden retriever llamado Coronel, que fue pieza fundamental para su recuperación.
Caleb y Coronel se volvieron tan unidos durante las terapias que con el paso del tiempo el niño comenzó a mostrar más señales de mejora en sus capacidades motrices. Caleb es sin duda un guerrero que siempre se esfuerza en luchar contra las adversidades, afortunadamente tiene a su lado un hermoso y peludo compañero que lo ayuda a ser cada día mejor.
https://youtu.be/5LhYUAKoSdE?t=6s