Max era un perro de 3 años que vivía feliz, amado por sus dueños, pero sobre todo, era un perro que vivía en anonimato hasta que su suerte cambió. Como otras celebridades efímeras de Internet, el can tuvo un golpe de suerte y llegó al lugar correcto en el momento indicado.
Si aún no lo conoces, déjate inspirar con el alma anarquista de un adorable perro, quién después de ser parte de un saqueo masivo, fue captado mientras huía tranquilamente de la escena del crimen con una bolsa de frituras en el hocico y un aire victorioso en su caminar. Luego del éxito de su imagen en Facebook, Max no volverá a robar, pues ya ha sido premiado con croquetas, un día de spa y mucho amor desde cada rincón de Internet. Esta es la historia de un ladrón que pasó a ser príncipe y nos robó el corazón.
Max es un saqueadorcito muy travieso
Después de ser parte de un saqueo en la ciudad de Chetumal, en el estado de Quintana Roo, México, Max se volvió el perro más famoso en las redes. En medio del escándalo, se adentró en el caos y alcanzó a recaudar un atractivo botín: una bolsa de papas fritas. Los dueños de Saqueadorcito relataron todo lo que sucedió durante la noche del robo.
“Al cachorro le gusta el relajo, no le importó el ruido de las sirenas y la corredera de la gente que había en los alrededores de la tienda Dunosusa. Ahí andaba en medio del ‘mitote’ y había muchas cosas regadas en el suelo. Fue ahí donde recogió la bolsa con papas, pero sin imaginar que le tomarían la foto y se haría famoso”.
La imagen lo catapultó a la fama
¡Buen punto! Un perro no roba; caso cerrado. ¡Amemos todos a Saqueadorcito, por favor!
De ladrón a príncipe
Cual Aladdin, Max seguro se sintió una “rata callejera” luego de ser expuesto en Facebook como un ladrón. Así que para levantar la moral del travieso perro, Kan-Kan, una estética canina local, le obsequió al french poodle baño y corte de cabello gratis durante todo el 2017.
La tienda perdonó a “Saqueadorcito” y hasta lo premió
La tienda de abarrotes Dunosusa, establecimiento donde ocurrió el saqueo, conoció al perro ladrón, y gracias a que su imagen se volviera viral, la empresa se tocó el corazón y perdonó el robo.
Por si fuera poco, lo premió con un gran saco de croquetas y una dotación de productos Sabritas, marca de la bolsa de papas que originalmente robó Max. Vaya, vaya, ¿quién dijo que el crimen no paga, verdad Max? Aunque con esa carita, esas orejitas y esos ojitos, tú ganas Max, ¡te amamos!
“Max, más que unas sabritas, te robas mi corazón”
Con mirarlo, puedes entender que su porte es el de un ser que sabe lo que quiere, cuándo lo quiere y dónde conseguirlo. Y es muy probable que Max no es más que un perro inocente que solo vio su oportunidad y ladró: “¡Anarquía!”.