En algún momento todas hemos sentido celos de la piel que presumen las chicas asiáticas y nos preguntamos qué clase de pacto hicieron para poseer un cutis resplandeciente, como de bebé. Tratamos de conseguir ese efecto usando mascarillas caras, tónicos faciales y hasta remedios de nuestras abuelitas, pero el secreto podría estar más cerca de lo que pensamos… ¡En nuestra cocina, por ejemplo!
El arroz es el ingrediente mágico que nos ayudará a tener una piel envidiable y que por tanto tiempo generaciones de mujeres asiáticas han usado en su rutina de belleza.
Beneficios del arroz para la piel
Este cereal no solo sirve para sacarnos canas verdes cada vez que se nos quema sino que es rico en antioxidantes, minerales, vitaminas E y B, por lo que ayuda a limpiar a profundidad el cutis, reducir impurezas, minimizar los poros, eliminar manchas y combatir el envejecimiento prematuro.
Existen muchos productos de belleza a base de arroz, como cremas y polvo para maquillaje, pero si no quieres gastar mucho dinero puedes utilizar el arroz de tu cocina. ¡Lo mejor es que lo puedes untar en cualquier tipo de piel!
¿Cómo se prepara?
En un recipiente vierte una taza de arroz, procura que sea orgánico para que aporte todos los beneficios posibles a tu piel, y agrégale una taza de agua purificada. Tienes que taparlo y dejarlo remojar durante toda la noche en un lugar fresco. Al día siguiente cuela la mezcla, vierte el agua en cualquier recipiente o en un atomizador. Es importante que la refrigeres entre cada uso.
Antes de aplicar el líquido, lava muy bien tu rostro para eliminar todo rastro de maquillaje, sécalo, y con un algodón o tela limpia aplica el agua en la zona que deseas cuidar, ya sea el rostro, las axilas, los codos, las piernas, etc. Al día siguiente lava tu cara, ¡y listo!
Ten un cabello digno de Rapunzel
Proporcionarte una piel tersa y luminosa no es el único beneficio de este líquido, pues si se te cae mucho el cabello o está opaco el agua de arroz te ayudará a evitar la caída y resequedad.
El modo de preparación es el mismo que el tónico. Vierte el agua en un atomizador e impregna tu cabello, pon especial énfasis en las raíces y procura que queden completamente empapadas. Después, con la yema de los dedos, masajea tu cabeza durante dos o tres minutos. Recoge tu melena en un chongo, deja que la mascarilla actúe por al menos una hora y enjuaga con agua tibia.
El tónico facial lo puedes usar todos los días, mientras que la mascarilla para el cabello puedes ponértela de tres a cuatro veces por semana. ¡Recuerda que la constancia es la clave!