Existen algunos mitos cuando se habla de peinados y salud capilar: que el uso de las tenazas y la secadora lo daña, los tintes lo resecan, la orzuela nunca se elimina o el cepillado frecuente lo mantiene fuerte. Pero todo eso nunca ha sido científicamente comprobado.
Por ello seguimos aprovechando nuestra melena y creando con ella moños, trenzas, colas de caballo… Las opciones de peinados no tienen fin. Sin embargo, la forma en que lo hacemos podría tener efectos desagradables en nuestra salud, y no solo se trata de un simple dolor de cabeza, sino padecimientos lumbares y hasta migrañas crónicas.
¿Es bueno o no peinar tu cabello?
Si te preguntas por qué te duelen la cabeza o la espalda cuando llevas el cabello recogido, te diremos que la razón está en tu peinado.
Dolor de cabeza:
La Dra. Angela Lamb, profesora del Departamento de Dermatología en Nueva York, explica que el dolor de cabeza se debe a que las terminaciones nerviosas están unidas a cada cabello y se ven afectadas cuando llevas horas con la melena recogida, por ejemplo, en un chongo.
Dolor de espalda:
Algunos peinados pueden generar molestias momentáneas en la columna, que se alivian rápidamente cuando dejas tu cabello suelto. El gran problema ocurre si tienes algún tipo de enfermedad en la columna y usas un look que contribuye a desencadenar dolores permanentes y severos.
La alopecia podría acabar con tu belleza
Además del dolor de cabeza y espalda, otro problema provocado por la forma en que peinas tu cabello es la llamada alopecia por tracción, es decir, la caída del cabello que se produce por la fuerza que se aplica en su raíz al peinarlo.
Los peinados más peligrosos…
Entre los peinados que más daño pueden producir están los bun o chongos. Esta forma de atar el cabello puede parecer sencilla y cómoda, pero en realidad genera un estiramiento excesivo en los folículos capilares y centra todo el peso en un solo punto. Las extensiones capilares, las trenzas y los peinados laterales tienen el mismo efecto.
Cómo revertir el daño sin dejar el glamour de lado
El primer paso es buscar ayuda con un dermatólogo, quien está capacitado para indicar tu tratamiento adecuado según tus síntomas. También puedes optar por dejar tu cabello al natural, no recogerlo por mucho tiempo, usar champús que fortalezcan la raíz y no cepillarlo cuando está húmedo.