Es común que pasada la temporada primavera-verano nuestra cabellera se torne crespa, seca y sin brillo debido a los rayos del sol y demás agentes químicos en el ambiente.
Por fortuna, el otoño ha llegado y eso significa un descanso para nuestra melena. No obstante, debemos ayudar a que recupere su hidratación, brillo y sedosidad, y aquí te compartimos algunos tips para lograrlo.
1. Aceite de argán
El argán tiene propiedades que aportan humectación y brillo. Se recomienda aplicarlo directamente sobre un peine y cepillar el cabello con este aceite de medios a puntas.
2. Champú hidratante
Busca un champú con aceites naturales; estos son efectivos a la hora de hidratar y tratar el cabello reseco. Evita aquellos que contengan sulfatos y alcohol.
3. Olvídate de las duchas hipercalientes
Tal vez no lo hayas notado, pero lavar tu cabello con agua demasiado caliente le genera resequedad y quiebre de raíces a puntas. Trata de sellar tu lavado capilar con un chorro de agua fría para contrarrestar el daño.
4. Tratamiento intensivo
Las mascarillas capilares con efecto hidratante o fortificante serán tus mejores aliadas para nutrir tu melena. También puedes optar por aplicar una abundante cantidad de acondicionador al final del lavado regular.
5. Evita las tenazas
Si tu melena ya llega a quebrarse es momento de evitar las tenazas, tratamientos químicos, alisados permanentes, tintes y todo aquello que pueda empeorar su condición.
6. No lo laves todos los días
Lavar tu cabello todos los días solo hará que se reseque más, ya que no permite que los aceites grasos del cuero cabelludo humecten tu pelo. Lo recomendable es lavarlo un día sí y uno no, o tratar de no lavarlo durante el fin de semana en casa.
7. Un shot de vitaminas
Para fortalecer tu cabello opta por consumir una capsula de aceite de pescado al día, que además de mejorar el aspecto de tu melena es un excelente antidepresivo, mejora la piel y ayuda en la pérdida de peso.
8. Cepíllalo con cuidado
Si tu cabello ya se encuentra en etapa crítica, opta por usar cepillos de cerdas suaves, o bien, acomodarlo con tus propios dedos.