El rímel es obligatorio en cualquier kit de maquillaje: ayuda a alargar las pestañas, da el efecto de una mirada más atractiva y completa desde el maquillaje más sencillo hasta el más elaborado.
Aunque es un básico de belleza, se cometen muchos errores al usarlo, los cuales pueden provocar todo lo contrario a lo que deseamos: una mirada cansada, enrojecida, la aparición de orzuelos, inflamación y hasta la pérdida de pestañas. Algunos de los errores más comunes son los siguientes…
1. Aplicar 800 capas
La forma correcta es usar tres capas:
La primera que vaya de la raíz a la mitad de las pestañas.
La segunda, de esa mitad a la punta.
Por último, la tercera que abarque todo el largo de tus pestañas.
2. Olvidar la raíz
Es importante que cuando se aplique el rímel se empiece desde la raíz, porque si no las pestañas se ven más pequeñas de lo que en realidad son. Cuando empezamos en la base, lucen más gruesas y abundantes.
3. Usar solo la punta del cepillo
Aplicar el rímel que se queda en la punta del cepillo y esparcirlo de la misma manera es una de las peores ideas que puedes tener. Si lo haces de esa forma puedes terminar con más pintura de lo normal o incluso sufrir un accidente. Usa solo lo que se quede a lo largo del cepillo.
4. Dejar las pestañas pegadas entre ellas
Para que esto no suceda aplica poco rímel y espera a que seque; entonces pon un poco más. En ocasiones son los grumos los que provocan que las pestañas se mantengan unidas entre sí. Antes de poner la máscara y luego de enchinarlas, cepíllalas con un pequeño peine especial.
5. Usar una máscara caduca
Te puedes dar cuenta de que ya no sirve si está seca o tiene grumos muy grandes. Evítala y compra una nueva.
6. Bombear el aplicador
ERROR. Esto solo provoca que entre aire en el producto y se seque o se haga pastoso, además de propiciar el ingreso de bacterias.
7. Enchinar las pestañas
Si enchinas las pestañas después de aplicar la pintura trabajarás dos veces pues tendrás que usar más máscara para reemplazar el producto que ya eliminaste con el enchinador o cuchara. Además, romperás las pestañas y harás que se desprendan desde la raíz.
8. Pintar las pestañas inferiores
Si quieres un efecto twiggy, puedes aplicar de la misma manera que lo haces con las pestañas superiores, pero procurando que sea menos producto ya que son más cortas y más frágiles.
9. No saber remover la máscara
Todas sabemos que es fundamental remover el maquillaje antes de dormir para evitar la obstrucción de los poros. Pero a veces el maquillaje puede ser difícil de quitar, sobre todo si es a prueba de agua, y la máscara, sin duda, es uno de los maquillajes más complicados de quitar. No sirve solo usar agua y jabón. Para eliminar todo rastro, lo conveniente es usar un producto específico para remover el maquillaje de ojos.
10. Compartir el rímel
Prestar nuestro maquillaje es muy dañino, en especial si se trata de la máscara de pestañas. Esto aumenta la probabilidad de contaminar el objeto y de contraer enfermedades e infecciones en los ojos