Conocemos muchísimas técnicas de maquillaje, sabemos cómo hacer el delineado perfecto y hasta qué productos combinar para obtener la sombra de ojos más llamativa, pero ¿qué sabemos de la limpieza del rostro?
Limpiar tu rostro en las noches no solo se trata de usar agua micelar o cremas; debes seguir toda una rutina para desmaquillarte de la mejor manera posible. Ten por seguro que tu rostro te lo agradecerá.
¿Por qué tienes que desmaquillarte?
Aunque hayas tenido un día muy ajetreado y complicado es muy importante limpiar tu rostro antes de irte a dormir. De no hacerlo empezarán los problemas de acné, piel seca, aparición temprana de arrugas e incluso infecciones e irritación en los ojos causados por los químicos en los productos de belleza.
1. Empieza por los ojos
La gran mayoría de los delineadores o rimel tienen fórmulas a prueba de agua que hacen que no se corran o nos manchen. El efecto duradero de estos productos se quedan tan adheridos a las pestañas y parpados que son difícil de remover solo con agua, por eso tienes que usar un desmaquillante a base de aceite.
Cierra los ojos y coloca una almohadilla de algodón con desmaquillante sobre tus párpados durante diez segundos. De esta manera el algodón absorbe las partículas del maquillaje. Así no tienes que frotarlos y provocar algún daño o quebrar tus pestañas.
2. Remueve el blush, iluminador y base
Lo mejor para eliminar el resto del maquillaje es el gel, espuma, tónico o agua micelar. Debes asegurarte que sean específicos para tu tipo de piel, ya sea grasa, mixta, seca o madura. Con ayuda de una almohadilla de algodón remueve suavemente de adentro hacia afuera el maquillaje.
3. No te olvides de los residuos
Con una almohadilla seca quita el exceso de maquillaje, especialmente en la parte de la nariz y debajo de los ojos.
4. Lava muy bien tu rostro
Después de removerlo todo, lava con agua y jabón neutro tu cara. Recuerda que el agua tibia es la mejor opción, porque así no eliminas los aceites naturales que genera tu piel, en cambio si lo haces con agua caliente, además de lastimarla, abrirás los poros y permitirás la entrada de partículas que dañarán tu dermis.
5. Seca tu rostro con una toalla especial
Compra una pequeña toalla que sea exclusiva para tu cara. Elige las que sean más suaves para que las fibras no dañen tu rostro; al momento de secar hazlo con suaves toques en lugar de frotarla.
6. Hidrata
Una vez que tu piel este limpia, aplica un tónico o crema hidratante de noche, así evitarás la formación de arrugas prematuras y tendrás una piel radiante al despertar.