Cuando se trata del cuidado de la piel, sobre todo de nuestro rostro, no hay límites pues es un área del cuerpo que deseamos que esté sana, radiante y sobre todo que luzca hermosa. Realmente nunca sabes cuando llegará tu príncipe azul y qué mejor que vea tu rostro terso y con una sonrisa hermosa en él.
Por lo que esta vez te hablaré de la esponja konjac, no es algo realmente nuevo pues tiene unos 4 años desde que comenzó su boom en Corea, pero sí tiene poco tiempo de haber llegado a nuestro país a comenzar toda una revolución, pues sus beneficios son muchos y lo mejor de todo es que es ecológica, por lo que tiene una doble ventaja.
¿Qué es la esponja konjac?
Proviene de una planta milenaria asiática, se usa comúnmente en Corea, Japón y China, no solo para la belleza sino también para la cocina o medicina; está compuesta básicamente de agua y minerales, al ser parte de una raíz vegetal es totalmente natural y ecológica, además de que contiene fósforo, magnesio, hierro, sodio, potasio y vitaminas A, E, D y C.
¿Qué la hace tan mágica?
Básicamente son dos cosas las que la hacen extremadamente especial, la primera es que es un producto natural y 100% compostable, y la segunda es que su textura limpia y exfolia suavemente la piel, por lo que a diferencia del resto de exfoliantes la esponja se puede utilizar un par de veces al día todos los días y existen diferentes clases con propiedades específicas cada una.
¿Cuántos tipos existen?
Aunque no lo creas, los creadores del k-beauty piensan en todo y no dejan ningún cabo suelto, por lo que aprovecharon los beneficios naturales que les da la raíz de esta planta para agregar diferentes propiedades beneficiosas para cada tipo de piel, las cuales te presentamos a continuación:
- Para todo tipo de piel: Hecha con konjac 100% puro; limpia profundamente, exfolia la piel y deja un efecto traslucido.
- Piel áspera y deshidratada: Con 10% de arcilla rosa francés y 90% konjac; la arcilla contiene hierro de silicio que ayuda a suavizar la piel y promueve la circulación de la sangre.
- Piel mixta y zona T oleosa: Hecha con 90% de konjac y 10% de arcilla verde francés; esta última es un antiséptico natural que ayuda a remover la suciedad y las bacterias de la piel.
- Piel grasa y acneica: 90% Konjac y 10% bambú charcoal; la ceniza del bambú es antibacteriana y ayuda absorviendo toxinas y el exceso de grasa.
- Piel madura y deshidratada: Hecha con 10% arcilla roja francés y 90% konjac; tiene un alto contenido de óxido de hierro, por lo que ayuda en el proceso de regeneración de la piel.
- Para piel de bebé y niños: Creada en forma de gota y 100% konjac; es hipoalergénica, orgánica y natural, no tiene perfumes y es para piel ultrasensible.
¿Cómo se utiliza la esponja konjac?
Lo único que necesitas hacer es mojar la esponja de uno a 3 minutos para que pierda su forma dura y se suavice, retirar el exceso de agua y aplicar un poco de limpiador sobre tu piel o sobre la esponja. Realiza movimientos circulares y suaves para remover las células muertas. Se puede utilizar en la zona de contorno de ojos pues no daña dicha área, después de terminar con tu limpieza enjuágala y ponla a secar en un lugar limpio. Recuerda que nunca la debes usar en seco.
¿Qué durabilidad tiene y cómo se deshecha?
Con un buen cuidado después de que la utilices prolongarás la vida de tu esponja, pero aún así es importante que la cambies cada 6 u 8 semanas, pues al ser de un material natural se va degradando y se debe prevenir el crecimiento de bacterias que dañen tu piel.
En cuanto a su deshecho se recomienda que la pongas en una composta, pues es de un material completamente biodegrabable, por lo que agregar este tipo de artículos a tu rutina de skin care la hace más sustentable.