Adolescencia y acné suelen ir de la mano, pues generalmente se desarrolla entre los 13 y los 15 años. Los expertos destacan que en la mayoría de los casos las erupciones en la piel se curarían sin tratamiento al llegar a los 20. Sin embargo, por el impacto psicológico que produce requiere una atención inmediata.
La predisposición a padecer acné la traemos en nuestros genes, pero no siempre tiene por qué aparecer. Eliminarlo resulta difícil porque se produce en la dermis media y no es perceptible hasta que brotan los granos. Lo que sí se puede es controlarlo en cuanto se manifiestan los primeros síntomas y el secreto está en cambiar algunos hábitos.
1. Tu pasta de dientes podría arruinarlo todo
Debes cepillarte los dientes antes de lavarte la cara, ya que ingredientes como el bicarbonato de sodio, peróxido de hidrógeno, floruro, alcohol, aceites esenciales y el mentol podrían afectar tu piel, causando irritación, sequedad e incluso quemarla.
2. No estás usando el champú adecuado
La formación de espuma puede dejar residuos sobre tu cuerpo y generar bacterias; además, el aceite en el acondicionador puede obstruir los poros de tu piel, por lo que es mejor limpiar tu cara después de lavarte el cabello.
3. ¿Cuando fue la última vez que cambiaste la funda de tu almohada?
La grasa natural del cuerpo y los productos que utilizamos durante el día pueden acumularse en la funda de nuestra almohada. Ducharse por la noche ayuda a evitar infecciones en la piel, pero lo ideal es cambiar la funda de la almohada al menos una vez a la semana.
4. Te has olvidado de limpiar tus accesorios
Los teléfonos celulares, los espejos y los auriculares acumulan suciedad, grasa, sudor y las bacterias de tu cara, cabello y manos, por lo que es crucial acabar con ellas usando regularmente alcohol o desinfectante para limpiarlos.
5. Deja de confiar en las toallitas desmaquillantes
Usar toallitas desmaquillantes es práctico, pero tu limpieza no termina aquí: debes lavar tu rostro con un jabón especial para tu tipo de piel para eliminar impurezas. Si es posible, limpia tus brochas y esponjas de maquillaje cada vez que las uses.