Todas somos conscientes de que al comenzar a ejercitarnos, los resultados no se verán de un día a otro, sino con el tiempo. Por ello debemos ser pacientes y constantes.
Pero si llevas varios meses con esa constancia y dedicación, y no ves algún tipo de cambio, es muy probable que dentro de tu rutina estés cometiendo algún error. Por esta razón queremos decirte algunos de los más comunes y cómo corregirlos.
1. Realizas mucho cardio
La intención de realizar ejercicios de cardio es perder grasa, pero una vez que esta se ha eliminado, se comienza a perder la masa muscular. Así que lo mejor es que encuentres un balance en tu entrenamiento. Prueba haciendo cardio solo dos veces por semana.
2. Te excedes en las sentadillas
Hemos escuchado muchísimas veces que si deseas tener unos glúteos hermosos, las sentadillas son tus mejores amigas. Sin embargo, lo tomamos tan literal que nos excedemos. Estas ayudan a fortalecer el cuádricep, pero para el glúteo en sí, existen otros tipos de ejercicios.
3. Solo usas máquinas para esa área del cuerpo
Si comienzas a hacer ejercicio acudiendo a un gimnasio, es normal que utilices los aparatos que están ahí, pero no es del todo bueno que solo te ejercites con aparatos. Al contrario, busca otras alternativas y con ayuda de un experto crea una rutina que involucre ejercicios con máquinas y sin ellas.
4. No usas peso
Es uno de los errores más comunes, pues muchas de nosotras comenzamos a ejercitarnos en casa, en donde no tenemos equipo para realizar ejercicio y, por lo tanto, lo hacemos sin peso. Está bien al inicio, pero debes añadir peso para que haya músculo. Solo así este se trabajará.
5. No descansas el músculo
En ocasiones deseamos acabar rápido nuestra rutina y hacemos todos los ejercicios demasiado rápido. Sin embargo, debemos descansar nuestros músculos y tomarnos nuestro tiempo para cada ejercicio.
Otra de las razones por las que aún no bajamos de peso o marcamos cierto músculo es porque creemos que este crecerá más rápido si lo trabajamos todos los días, pero la verdad es que no es así, solo lo tensarás y terminarás con nudos.
6. No estiras antes de entrenar
Si no te estiras antes de entrenar, es como si no dejaras descansar el músculo. Así que para evitar esto, estira bien antes de cada sesión de ejercicio y libera la tensión que tus músculos tengan, de esta forma, su volumen aumentará.
7. No cuidas tu postura
Muchas de nosotras creemos que solo importa el número de repeticiones de los ejercicios, pero no es verdad, también influye en gran medida si se hacen o no de manera correcta. Por ello debes cuidar tu postura cuando los realizas.
8. Tu alimentación no es la adecuada
Nuestros músculos necesitan proteínas, por lo que es esencial que las incluyas en tu dieta, especialmente en la comida que ingieres después de tus entrenamientos.
Hay muchas opciones de proteínas vegetales y animales que puedes ingerir y que son sanas, pero de preferencia acude con un especialista para que te diga qué tipo de alimentación es el indicado para ti.
9. No descansas correctamente
Si no dormimos bien, nuestro metabolismo lo nota y, por lo tanto, la recuperación del músculo y su desarrollo son muchísimo más lentos. ¡Descansa tus ocho horas diarias!