En algunas culturas la limpieza es una actividad de gran valor e importancia, por ejemplo, los monjes budistas transforman las tareas del hogar en un ejercicio espiritual para purificar el alma y eliminar el estrés.
Aunque las tareas domésticas pueden resultar tediosas y aburridas, los profesionales de la salud lo confirman: ¡necesitas limpiar! La psicóloga Isabela Pérez-Luna asegura que limpiar y ordenar funciona como una forma de hacer catarsis para deshacerse de las cosas que ya no son necesarias.
Por otro lado, Marie Kondo, en su libro La magia del orden, explica que mantener la casa ordenada influye en la forma en la que la felicidad y el bienestar mental aparecen.
Los budistas también lo aseguran
Claro, los budistas han comprobado casi cualquier método para tener el alma tranquila y purificada, así que esta teoría no es la excepción. Tampoco hay que olvidar que uno de los discípulos de Buda encontró el Nirvana mientras barría. Para los budistas, el entorno está conectado con nosotros y refleja el interior de nuestra mente. Por eso si mantenemos el espacio ordenado, la mente se mantendrá más clara y tranquila.
En su libro Manual de limpieza de un monje budista, Keisuke Matsumoto expone un decálogo de recomendaciones para mejorar nuestro bienestar mediante la limpieza doméstica. Estos son sus puntos…
1. ¡Cuida los objetos!
No los rompas y, sobre todo, mantenlos siempre limpios, recuerda que fueron creados con esfuerzo y dedicación. Y, sobre todo, no olvides todo lo que hiciste por conseguirlos, son una parte de ti.
2. Por favor, ¡agradece su utilidad!
Recuerda que en su momento fueron de mucha ayuda para ti, así que cuando les digas adiós agradece que estuvieron a tu lado. Quizá puedas darles una nueva luz si los transfieres a quien pueda hacer un buen uso de ellos.
3. Recuerda: la limpieza inicia por la mañana
Es preferible hacerlo durante este tiempo. Si comienzas en silencio, rodeada de calma y cuando el resto de las personas duermen, tu corazón se sentirá en paz y tu mente estará más tranquila.
4. Antes de dormir limpia de nuevo
Debes recoger, guardar y ordenar las cosas que has utilizado durante el día. De esta forma se facilitará la limpieza del día siguiente.
5. Si estableces una rutina, limpiar será un trabajo sencillo
Notarás cómo tu entorno se mantendrá despejado a lo largo del día.
6. Antes de limpiar, abre las ventanas
Deja que el espacio se ventile y que el aire se purifique. Siente cómo la frescura del aire entra y te libera de los malos pensamientos.
7. Crea un contacto con la naturaleza
Siguiendo al punto anterior, la ventilación genera un ambiente agradable, pero si le agregas flores a las ventanas lograrás respirar aire más cálido y con un olor agradable. Sentir la bondad de la naturaleza te pondrá en contacto con tu fragilidad y al mismo tiempo te dará fuerza para enfrentar cualquier mal.
8. Después de comer, limpia tu espacio
Para respetar la vida, evitando que los insectos se multipliquen y luego tener que matarlos, debes limpiar tu espacio en la cocina.
9. No dejes nada para después
Nunca dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, especialmente cuando se trata de tener organizado tu hogar. Verás que con el paso del tiempo logras vivir más plenamente.
10. Busca un poco de ayuda
Repartir las tareas de limpieza entre todos los miembros de la familia ayuda que aprendas a valorar lo que los demás hacen por ti. Comprendes que la existencia depende de la ayuda y del trabajo en equipo. Recuerda siempre hacer las cosas pensando en el bien común.