Estamos a la mitad del verano, y muchas personas sólo tienen una cosa en mente: broncearse lo más que puedan antes de que el invierno llegue de nuevo. Pero, ¿qué pasa si obtener ese “brillo saludable” comprometiera totalmente tu salud? ¿En verdad valdría la pena?
Yo era de las personas que apenas salía un rayo de sol tomaba mi toalla, mi bronceador y me colocaba durante un par de horas a tomar un poco de color. No tenía que ser verano, con que el sol brillara lo suficiente y se sintiera un poco de calorcito yo decidía salir a exponerme.
Había escuchado hablar del melanoma, que prácticamente es cáncer en la piel, y de otros riesgos que corría al exponerme al sol demasiado pero, como ocurre muchas veces en la vida, uno cree que nunca nos pasará, sería como tener muy mala suerte. Así que nunca hice caso a lo que me decían, y hoy me arrepiento.
En febrero de este año fui diagnosticada con melanoma, que ya tuvo metástasis, avanzando a la etapa IV. Nunca imaginé que esto pudiera sucederme a los 23 años, cuando acabo de salir de la universidad y pensé que tenía una vida entera por delante.
Siempre me consideré muy cuidadosa al momento de exponerme al sol. Ahora sé que un lindo sombrero y un bloqueador del número 15 no eran suficientes.
El melanoma es causante de gran parte de las muertes que están relacionadas con el cáncer de piel; lo peor es que no tiene síntomas evidentes hasta etapas avanzadas. La única manera de tratar este problema es eliminar el tejido, pero solo cuando no ha alcanzado 1mm, algo que es casi imposible notar cuando no hay mayores síntomas.
Sólo fue suficiente un pequeño lunar en la parte superior de mi cuello, donde nace mi cabello, para derrumbar mi mundo. Al principió no era molesto, sólo un poco de comezón en momentos ocasionales, pero rápido se convirtió en dolores punzantes a través de mi cabeza.
Después de que me diagnosticaron, evité todo tipo de contacto social. Quería evitar por completo la realidad. No quería que nadie sintiera lástima por mí, o constantemente me preguntarán cómo me sentía. Físicamente me sentía bien, pero en el interior, estaba devastada. Tenía miedo no de las agujas ni del bisturí, sino del resultado final. ¿Tendría yo el tiempo suficiente para casarme? ¿Para tener hijos?
Días después de ser diagnosticada y de visitar a varios oncólogos, me sometí a una cirugía. Hasta ese momento había sido muy afortunada, pues mi única intervención quirúrgica había sido una extracción de muela. Sabía que no sería sencillo, sin embargo fue más complicado de lo que pensé. Todo era mucho peor de lo que había imaginado. Una operación que debía durar alrededor de 3 horas, terminó siendo un procedimiento de 7 horas.
Me quitaron 69 ganglios linfáticos del lado izquierdo de mi cuello. De los cuales 4 contenían células cancerosas, y al parecer, eso era mucho.
Después de 4 días en el hospital, pude ir a casa. Pero no terminó ahí. Tuve que ir a terapia física para recuperar la movilidad de mi cuello, además de someterme a quimioterapia y varios procedimientos más que, claro, no fueron sencillos.
No puedo volver a exponerme al sol y los riesgo aún no han desaparecido. Sin embargo, la vida me dio la oportunidad de descubir esto a tiempo, y así poder hacer algo, porque el cáncer de piel es silencioso, no avisa, no tiene síntomas y muchas personas lo descubren demasiado tarde.
Me di cuenta de que si compartía mi historia con bastantes personas, tal vez alguien más podría hacerse los chequeos a tiempo para no tener que pasar por lo mismo que yo.
La gente sabe los riesgos de no usar protector solar, sin embargo, ‘el arte del bronceado’ es una tendencia. Hoy yo haría cualquier cosa para tener mi piel sana otra vez, porque es la única que tendré.
Cualquier persona puede contraer cáncer de piel, sin importar la raza, edad o sexo. Tampoco discrimina por tiempo de exposición –no tienes que pasar horas enteras bajo el sol para estar en riesgo, a veces con un par de horas es suficiente. Así que me pregunto, ¿por qué no proteger tu piel? Es la única que tienes, por mucho que la ciencia nos haya informado acerca de su constante regeneración.
En el blog Melan(OMG) podrás encontrar más información sobre el cáncer de piel. No lo ignores, y recuerda siempre protegerte.