Según la Asociación Española de Psiquiatría, las mujeres sufren el triple de trastornos psicológicos ligados a la ansiedad y depresión, en comparación a los hombres. Cuando se trata de condiciones mentales como la depresión y la ansiedad en una mujer, los factores hormonales contribuyen mayormente; pero también es importante aclarar que absolutamente cualquier persona, hombre o mujer con altos e incluso bajos niveles hormonales, se encuentran en la misma posibilidad de padecer una condición mental que les impida racionalizar sus emociones con normalidad.
Las ideas racionales de tus emociones son aquellas a las que por naturaleza deberían seguir tu instinto, sin embargo una persona, por ejemplo, con ansiedad, tiende a tener preocupaciones y miedos irracionales que sobrepasan el pensamiento natural del instinto. Es decir, que tanto la depresión como la ansiedad son temas sobre salud mental de los que todos deberíamos tener consciencia, pero sobre todo respetar e intentar ayudar a quienes sufren de estas condiciones; por eso dejamos para ti estas 20 confesiones que nadie te había contado sobre la ansiedad y la depresión.
1. Lo que más quieren es estar dormidos
Las personas con depresión duermen en exceso, y por lo general ven cualquier tiempo “libre” como una oportunidad más para desconectarse del consciente y volar en el cielo de los sueños con el inconsciente.
2. No tienen la energía para trabajar en sus sueños
Aunque son personas con metas y sueños como todos, tienen demasiados problemas para poder concretar esos ideales, pues no tienen la energía para trabajar en lo que desean.
3. Tienden a ser juzgados de “perfeccionistas”
Pero la mayor parte del tiempo lo que tienen es un exceso de autocrítica, y el miedo a cometer errores tiende a desorientarlos más.
4. La gente con ansiedad prefiere no cancelar un plan
Se tiene una idea errónea de que las personas con ansiedad tienden a cancelar planes por su condición, pero al contrario: les génera más ansiedad cancelar un plan por el hecho de tener que pensar en excusas y preocuparse por decepcionar a sus amigos, aunque generalmente no tengan fuerza para integrarse.
5. Mantener la mente ocupada es vital
Para cuestiones como la ansiedad, es vital tener la mente ocupada en algo ajeno a sus pensamientos de miedo irracional. Sólo de esta manera comienzan a engañar a sus emociones, reemplazando la angustia con el placer de disfrutar lo que hacen.
6. Les duele ver su desorden, pero aún así no podrán limpiarlo
Este común pensamiento de que harán lo posible por ordenar “su vida” al día siguiente, es un tipo de círculo vicioso donde justo antes de intentarlo, sus ganas de continuar desaparecen. Terminan viéndose a sí mismos con decepción por no haberlo logrado, pero siempre con la esperanza de que próximamente se logre.
7. Hacen listas de tareas, pero saben que no realizarán una sola
8. Es más estresante escuchar la frase “deja de preocuparte”
Es muy importante que las personas que les rodean entiendan que sus preocupaciones no son racionales; por lo cual, pedirles que se calmen y que dejen de preocuparse es algo inútil para una persona con ansiedad.
9. Rechazan los “días buenos” por el temor a la recaída
10. Viven con miedo de que su pareja se harte de su condición
Pero tristemente la ansiedad se vuelve en su contra, haciéndoles creer que su pareja estaría mucho mejor con alguien que no sufre depresión.
11. Duermen en exceso o nada en absoluto
Tienen demasiados problemas de sueño, los cuales rayan en el extremismo; pueden dormir en exceso hasta 12 horas seguidas, o no dormir absolutamente nada durante noche y día. Las cosas que más se recomiendan para estos problemas son la meditación y el ejercicio.
12. No pueden controlar los pensamientos negativos
Uno de sus mayores deseos es detener de tajo el desfile de pensamientos negativos. Parar esos pensamientos obviamente lleva tiempo y se necesita paciencia, y es por eso que las terapias psicológicas tienden a ser largas; no obstante, en el mayor de los casos los pacientes logran salir de la enfermedad.
13. Suelen usar mecanismos de evasión
Suprimen más de una parte en sus personalidades, por eso tienden a usar mecanismos en los que evaden un tipo de realidad con la cual no quieren lidiar.
14. No quieren ver a nadie por miedo a preguntas incómodas
A pesar de sentirse solos no disfrutan ver gente por miedo a enfrentarse con preguntas incómodas. Ese terror a un público que pueda darse cuenta de la realidad que están viviendo en secreto, comúnmente, los tiene aprisionados.
15. Les atormenta su pasado, pero les angustia más el futuro
Es una típica reacción a su condición, sobre todo cuando se mezcla la depresión y la angustia; el resultado de ambas condiciones es un sinnúmero de pensamientos de angustia, miedo y desesperanza.
16. Se preguntan si las cosas buenas realmente existen
Regularmente suelen preguntarse a sí mismos si las cosas realmente buenas son producto de su imaginación o si de verdad existen razones suficientes para seguir.
17. Su insomnia es resultado de sobrepensar en el futuro
Se desvelan pensando en un futuro del que ni siquiera están seguros si desean tener. Por lo general un par de pensamientos desestabilizadores en su cabeza puede hacer que una noche tranquila termine en un desvelo exhaustivo de pensamientos negativos.
18. Emocionalmente pasan de frío a caliente en un segundo
Sienten demasiado o nada al mismo tiempo, por lo que son desorientados emocionalmente; es decir, que a veces no saben si realmente un sólo sentimiento es puro o “verdadero”.
19. Terminan descuidando la imagen que proyectan
Les duele demasiado verse al espejo y no tener fuerzas por arreglar su imagen personal, esto al final les causa estragos emocionales.
20. Pero por sobre todas las cosas, lo que más les duele es ser una carga para sus familias
Una percepción errónea de la depresión es creer que estas conductas son únicamente para lograr la atención de quienes les rodean, pero la verdad es que sienten una vergüenza por sentirse “mal”, lo cual les hace también sentir culpa por su condición. Por eso es muy importante no juzgar y tratar de entender esta delicada enfermedad mental.