Alcanzar logros, siempre estar ocupada y ser perfeccionista son tres de las muchas características que pueden tener las personas que sufren de ansiedad por alto funcionamiento. Cuando se escapa de sus manos, se transforma en hábitos nerviosos como golpear el suelo con el pie, no estar quieta o morderse las uñas.
Con un poco de atención se puede incluso identificar en pequeños detalles a través de mensajes de texto, las risitas nerviosas y el pánico en el que entran quienes la padecen cuando les cambian los planes. Se siente como un puñetazo en el estómago, como si el cuerpo todo reaccionara ante el ataque de un animal salvaje.
¿Qué pasa por su mente?
“A nadie le gustas. No eres tan buena en tu trabajo. Pierdes el tiempo. A nadie le interesan tus planes. Eres una mala amiga. Sólo eres buena fingiendo. Eres un fraude”. Y todo esto sucede mientras pareces la persona más tranquila.
La evasión
Buscan siempre una forma de canalizar esa energía: puede ser corriendo, escribiendo, tomando decisiones, cocinando, bailando. Buscan desesperadamente una forma de estar ocupados todo el tiempo para no atender todos los pensamientos que pasan por su cabeza. Ocultan sus ataques de ansiedad con sonrisas y evaden las cosas importantes; prefieren acumular pendientes en lugar de admitir que están preocupados y necesitan ayuda.
Todos menos yo
No es fácil ver cómo los demás tienen (por lo menos en apariencia) su vida resuelta. Se presionan mucho para estar bien porque todo el tiempo creen que se equivocan. Despiertan a media noche entre sollozos porque tuvieron la peor pesadilla y fue tan real, que aunque saben que no fue verdad tardan horas para lograr otra vez la calma.
La batalla secreta
¿Qué tan “bien” pueden estar cuando si pasan un día sin un plan, se desmoronan? ¿O cuando los espacios vacíos hacen en su mente una espiral con la sola idea de estar a solas con sus pensamientos? ¿Cuando necesitan hacer una lista de actividades para sobrevivir a sus días libres? Simplemente aprenden a sobrellevarlo y canalizarlo, aún cuando a pesar de haber hecho todo como lo planearon, permanezca la sensación de pánico y de no ser suficiente.
¿Cuándo será suficiente?
Tener ansiedad significa estar en un constante manejo de emociones que puede ser productivo o autodestructivo, dependiendo de cuánto sueño se haya tenido, del día, de la alineación de los planetas. Es cuando aprender a vivir con ello significa quedarse un poco más en la cama y retar a todas esas voces malignas que le dicen que sólo vale por lo que produzca ese día.
Está bien si no pasa nada
También significa aprender a pedir ayuda y tratar de cuidar de si misma sin culpa. Confiar en una amiga de vez en cuando, presentarse en un lugar aunque muera de miedo. Es luchar contra su propia necesidad de probar su derecho de existir en el mundo.
Aprender a vivir con ella
Es validar sus propios sentimientos y entender que tomar un descanso no es fallar. Es encontrar su propia humanidad en la ansiedad y la debilidad; es personarse a sí misma cuando ellas ganan. Es una forma de vivir con su compañía constante y aprender a llamarla por su nombre, respirar y tomar un segundo para ser feliz así como son las cosas en este preciso momento.