Según el autor del blog Wisdomination de Zbynek Dran, siempre que deseamos alcanzar algo, lo primero que intentamos encontrar es “la motivación” para hacerlo. Pero según el escritor, existe otra importante fuente de éxito genuina a la cuál hemos dejado de prestar atención, y se refiere a la disciplina.
Zbynek Dran en su articulo “Olvida la motivación, lo que necesitas es disciplina”, aclara las razones por las que la disciplina es mucho más importante que la motivación, sobre todo en jóvenes y niños.
Diferencias entre la motivación y la disciplina
La diferencia está en que la motivación se centra en una suposición incorrecta en la que para complementar una idea se debe tener un buen control mental y emocional; mientras que en la disciplina el control del ánimo y los sentimientos no se mezclan, lo que da lugar a beneficios importantes.
Más fe en la motivación que en la disciplina causa problemas
Según psicólogos expertos en el tema, la vida real requiere mucho más de que la gente haga lo que en sus plenas facultades mentales querría hacer con entusiasmo. La motivación se tropieza con un obstáculo insuperable que es cuando intenta invocar el entusiasmo hacia algo que objetivamente no lo merece.
Presionar la motivación en el intento de mantener un entusiasmo falso hacia actividades que son evidentemente poco llamativas, es una forma sutil de producirte un ligero trauma emocional. Es un tipo de locura involuntaria al que te aferras por mantener a flote, como exagerar si dices; “disfruto mucho de llenar tablas, quiero terminar éstos balances lo antes posible, ¡amo mi trabajo!”. La exageración de tus palabras influye en tu estabilidad mental.
Los poco útiles shots de motivación
Cuando una acción depende de tus sentimientos, estás esperando que la motivación haga la mayor parte del trabajo. Además de que con el tiempo esa supuesta motivación se vuelve un arma de doble filo y al final termina como una postergación engañosa.
Desde no salir a correr si no traes la música adecuada para escuchar, o no levantarte temprano si no tienes la obligación de hacer algo “importante”. Todas esas pequeñas variables que consideramos shots de motivación, se vuelven en contra de ti misma cuando lo único que necesitas es disciplina para hacer las cosas en el momento que se deben de hacer y de la manera que deben quedar, sin necesidad de “sentir” algo las ganas de hacerlo o alguna satisfacción personal que te motive hacer las cosas.
Hace falta separar los sentimientos de las acciones
La clave para éxito más sano y constante es el separar los sentimientos de las acciones. La eficiencia no tiene nada que ver con estados de ánimo porque el resultado siempre será contundente y preciso. Por esta razón, la disciplina supera a la motivación.
Sin embargo en ningún momento le quitamos el mérito a la motivación; para intentar aumentar la presión o en el mejor de los casos, conservar y transformar positivamente la energía a un objetivo en concreto, es para lo que mejor sirve la motivación.
La disciplina es un motor que suministra energía
La eficiencia no tiene estado de ánimo, por eso para lograr un resultado contundente y perdurable la disciplina supera a la motivación. La diferencia más grande entre ambas conductas está en que la disciplina funciona hasta en estados de humor en los que te sientas indispuesta.
Después de cierto tiempo, las rutinas y la disciplina van generando energía natural para lograr completar cualquier tarea. En breves palabras, la disciplina es un sistema y la motivación un objetivo. Tiene una simetría muy particular en la que la disciplina es constante y la motivación pasajera.
El mejor consejo para desarrollar la disciplina
Las pequeñas costumbres empiezan de manera casi microscópica, pero van tomando fuerza y poco a poco van logrando cambios en la vida cotidiana, creando así diferentes síntomas positivos. En general una aceptación consiente de la diferencia entre motivación y disciplina, es la única fuente de cambio positiva.
Si decides que quieres cambiar algo en especifico de tu vida, solo necesitas recordar cual es la principal característica de la disciplina. Además de separar siempre tus emociones (ya sean negativas o positivas) debes siempre estar enfocada al resultado de lo que estés a punto de hacer. También recordar que la paciencia diaria es la mejor compañera de la disciplina para cosechar excelentes frutos.