13 Reasons Why, la famosa serie original de Netflix, basada en el best seller de Jay Asher y producida por Selena Gomez, relata cómo una adolescente se quita la vida y deja tras su muerte 13 grabaciones con las razones y “culpables” que la orillaron al suicidio.
El tema de la serie, pero sobre todo la escena en la que muere su protagonista, Hannah Baker, ha provocado un serio debate ético sobre el acercamiento del suicido a la audiencia en Netflix, especialmente a su público más joven.
Expertos en salud mental aseguran que la manera de llevar la historia ha sido irresponsable y falta de criterio de parte de los realizadores. ¿Podría 13 Reasons Why ser contraproducente para los jóvenes? Aquí la razón del peligro en esta historia sobre depresión y suicidio.
13 Reasons Why es acusada de trivializar el suicidio y la depresión
Desde el principio hasta el final de la serie, la historia trata la experiencia de Hannah Baker que la lleva desde una violación por parte del chico más popular de su escuela, hasta presenciar el abuso sexual de una persona muy querida, para finalmente ser traicionada por sus amigos.
Baker vive una montaña rusa de emociones, mientras, paralelamente, su familia atraviesa una crisis económica, lo cual en muchos casos de adolescentes en depresión podría ser factor suficiente para evitar la comunicación familiar y no “llevarles” más problemas a sus padres, mientras ella vive el infierno del bullying.
Fan o no de este drama juvenil, la mayor parte del público sabe que todo terminará en la muerte de Hannah, aunque para muchos el tema y la popularidad que ha tomado la serie puede que termine más en una “glamourización” del suicidio, que en una advertencia para los jóvenes.
De acuerdo con Headspace, organización de salud mental, 13 Reazons Why se puede volver un peligro para la audiencia al tratar la depresión y el suicido de manera trivial. El Dr. Steven Leicester explicó el porqué:
“Hay una responsabilidad para los radiodifusores de saber qué es lo que están mostrando y el impacto que cierto contenido puede tener en la audiencia y, en particular, en el público joven”.
Y es que cada caso y perfil suicida son diferentes, sin embargo, la serie juvenil tomó el ejemplo del suicidio desde una perspectiva demasiado victimaria y según la especialista en salud mental, Kristen Dougles, esto podría provocar un “contagio” de suicidios por el mal uso de su información.
“No es como las colisiones de autos o el cáncer. El reporte irresponsable de un suicido puede llevar a una muerte futura”.
Su creador defendió la muerte de Hannah Baker
El creador de la serie, Brian Yorkey, defendió 13 Reasons Why asegurando que la muerte explícita de su protagonista era totalmente necesaria.
“Trabajamos muy duro para no ser gratuitos. Pero sí queríamos que fuera doloroso de ver, porque queríamos que quedara claro que no hay nada, de ninguna forma, valeroso en el suicidio”.
La escena del suicidio es diferente a la del libro
Jay Asher, autor del libro 13 Reasons Why, reveló que en un inicio estuvo contemplado otro final muy diferente, en el cual Hannah intenta suicidarse con una sobredosis de pastillas, pero es rescatada a tiempo por sus padres y llevada al hospital.
La razón para “matar” a Hannah Baker fue porque el autor sintió que el mensaje de su obra sería más profundo si se mantuviera su muerte definitiva.
Sin embargo, en la serie de Netflix el suicidio fue muy diferente: Hannah muere en la bañera al cortarse las venas, y aunque sus padres la encuentran ya es demasiado tarde, pues la adolescente está sin vida.
Su protagonista defendió la muerte de su personaje
Katherine Langford, actriz protagonista de la serie, explicó en una entrevista para MTV News la razón por la que su personaje muere de manera explícita:
“La elección de llevar al público hacia ese suicidio en la bañera fue una decisión deliberada y para mantener a la audiencia en una posición incómoda. Queríamos mostrar lo horrible del evento y sus problemas, pero sin darle un giro que pudiera ‘romantizar’ el suicidio de ninguna manera”.