Un aspecto de la moda que llegó para quedarse son las perforaciones en la oreja, sin embargo no somos completamente conscientes de lo que estamos haciéndole a nuestro cuerpo. Con esto me refiero a que no conocemos a profundidad los tipos de perforaciones que podemos hacernos.
Una de ellas es realizar la perforación con aguja en un lugar profesional o dedicado a tatuajes, donde el precio es un poco elevado pero vale muchísimo la pena; y el segundo es mediante una pistola de perforaciones, en alguno de los centros comerciales o quioscos donde además de ser más rápido y “menos doloroso” es más barato, sin embargo de esta forma no siempre es bueno.
1. Quien perfora podría ser inexperto
Algunos expertos y tatuadores profesionales aseguran que la creación de la pistola perforadora llegó para ser funcional para aquellos que no sabían nada acerca de dicho oficio, por lo que en realidad cualquier persona puede hacer uso de ella sin necesidad de conocer las zonas del cuerpo a perforar. En pocas palabras, cualquiera que utilice una pistola para perforar podría tratarse de un inexperto.
2. La perforación no está hecha a tu medida
No todas las zonas del cuerpo son iguales de persona a persona; sin embargo, lo que hace la pistola es mantener de forma estándar la pieza a colocar en tu oído (lóbulo o cartílago), provocando que no sane de la manera correcta y sobre todo que la pieza no embone a tu medida, pueda quedar muy floja o demasiado apretada.
3. Tu tejido se puede dañar
Es verdad que la punta del arete es puntiaguda, pero lo suficiente como para perforar la piel de tu oído, por lo que a pesar de realizarse con fuerza se corre el riesgo de dañar dicha área y crear heridas que pueden dejar cicatrices innecesarias en esa delicada área del cuerpo.
4. El cartílago se puede romper
En varios de los centros en los que perforan con pistola también suelen ofertar el servicio de perforado de cartílago por un precio igual de bajo; sin embargo, al tratarse de un área aún más delicada lo que en definitiva se recomienda es no hacerlo, pues en el proceso tu cartílago se puede romper.
5. La pistola es difícil de esterilizar
Este es un aspecto que muy pocas personas que se dedican a perforar con pistola te dicen, y es que debido a que este objeto tiene partes de plástico que se derriten en el proceso de esterilización solamente lo hacen con alcohol, pero no es suficiente pues las bacterias y enfermedades se pueden propagar.
6. Hay mayor riesgo de infección
Este punto tiene mucha relación con el anterior, pues debido a que la pistola no puede ser esterilizada por completo existe una gran posibilidad de infección al realizar tu perforación con este método, y además de que es menos higiénico no sabes cuantas veces ha sido utilizada antes o si las personas anteriores a ti padecían algún tipo de enfermedad.