Estamos seguras de que los 90 fueron la época más divertida de la historia. La tecnología aún no se apoderaba de la inocencia con videojuegos en línea o series animadas. Por el contrario, existían muchos juguetes y productos que nos mantenían entretenidas por horas a pesar de que no hacían gran cosa e incluso no necesitaban baterías.
Nuestra imaginación se desarrolló gracias a los juegos que compartíamos con amigas, vecinos y primos. Por ello hemos decidido hacer un pequeño viaje en el tiempo y recordar esas guerras de almohadas, nuestra habilidad para escribir mensajes en calculadora e incluso el salón de clases que se convertía en cine privado con solo cubrir las ventanas con papel periódico y en el que algunas veces te tocaba elegir la película.