Aunque parezca extraño, y en verdad lo sea de alguna manera, cuando se cierra una puerta y se cree que las cosas no pueden estar peor, puede que aparezcan tus amigas para abrirte las ventanas de la diversión.
Si acabas de separarte, si tu matrimonio fracasó, pero tienes ganas de festejar este tipo de cambios o tus amigas lo consideran necesario, no te pierdas la oportunidad de hacer una despedida de casada. Sí, así, como lo leíste: una despedida a tu vida de casada y una bienvenida a tu vida de soltera nuevamente.
¿Adónde envío la invitación?
Ahora, además de las despedidas de soltera, existen las despedidas de casada y te ayudan a sobrellevar tu separación de una mejor manera.
Todos los eventos transcurridos en nuestra vida tienen una celebración, así que, ¿por qué no? Ahora también el divorcio la tiene.
Todo sea por renovarse
El objetivo de estas fiestas no es otra sino cerrar un ciclo, además de ver nuevos horizontes, eliminar personas tóxicas y, con una pizca de suerte, encontrar el verdadero amor, claro, después de un tiempo.
Disfruta de tu fiesta, y deja el pasado atrás
Según los expertos (profesionales dedicados a la planificación de las célebres fiestas de divorcios), existen dos tipos de clientes para este tipo de despedida: los primeros, y más comunes, aquellos que han tenido una separación muy dura, siguen atados emocionalmente a sus ex y necesitan ayuda; y otros que sienten que han desperdiciado su tiempo estando juntos y se despiden sin rencor.
No es solo un momento de diversión
Fuera de broma, una fiesta de divorcio en realidad es un espacio que permite darse un momento para llorar, reír, respirar, hacer lo que uno quiera o necesite para lograr una despedida exitosa en compañía de amigas y familiares.
Si una despedida de casada realmente ayuda o no a pasar el trago amargo del proceso de divorcio, no está muy claro. A veces realmente solo necesitamos bailar, reírnos de todo y comer hasta reventar, rodeados de aquellos a quienes queremos para recordar que no todo es tan grave y que la vida debe continuar a pesar de aquellos a quienes dejamos en el camino.