Es usual que los vecinos lleven una relación cordial entre sí y que en algunas ocasiones se ayuden para un bien en común. Sin embargo, muy pocos llegan a crear relaciones tan estrechas como la protagonizada por un joven de 15 años y un par de ancianos que viven solos.
Resulta que el chico, sin que nadie se lo pidiera, se dio a la tarea de cuidar, ayudar y acompañar a sus vecinos, quienes son un matrimonio de edad avanzada. Su historia ha sido compartida por la hija de los ancianos en cuestión, logrando conmover a miles de internautas alrededor del mundo y demostrando que las personas buenas aún existen.
Romemylion Mitchell, de 15 años, vive enfrente de Trent y Cianne Joyner, una pareja de ancianos. Al inicio, su relación era como la de cualquier vecino, se saludaban de manera cordial y, ocasionalmente, tenían una charla, pero con el paso del tiempo, y un poco de confianza, crearon una hermosa amistad.
Tras la pandemia por covid-19, su lazo se hizo más estrecho, pues Mitchell comenzó a cuidar de los ancianos como si fueran sus propios abuelos, les ayudaba a cortar el césped, hacer la lista del supermercado e incluso les llevaba algo de comer. Su gesto fue compartido en redes sociales por Tiki, la hija mayor de Trent y Cianne. Su publicación se viralizó y conmovió miles de corazones.
Solo quiero tomarme un momento y reconocer a este dulce chico que vive enfrente de mis padres. Los revisa todos los días y ha llegado a amarlos y cuidarlos profundamente. Él va con papá a la tienda, lo ayuda a comprar y trae los comestibles, corta el pasto y lo que sea que necesiten. No muchos jóvenes de 15 años se tomarían el tiempo para cuidar y estar allí para los vecinos mayores.
Cuando vio a mamá hoy, rompió a llorar y la abrazó fuerte. Solo quería transmitir algo conmovedor en lugar de las tristes noticias que vemos y escuchamos todos los días.
Tiki se siente tranquila de saber que sus padres son cuidados por Mitchell, quien prácticamente se ha convertido en un ángel para toda la familia.
Por su parte, Mitchell ve a sus vecinos como si fueran sus abuelos, pues ellos suelen contarle historias divertidas, consentirlo y brindarle cariño. En pocas palabras, lo hacen sentir como parte importante de su familia y eso es algo que no tiene precio.
Esperemos que su relación siga siendo igual de estrecha con el paso de los años y que su historia inspire a otros chicos de su edad a hacer lo mismo por sus vecinos mayores o por sus propios abuelos, pues las personas de la tercera edad merecen todo el respeto, amor y ayuda posible.