Lo sabíamos desde siempre, pero ahora la ciencia lo hace oficial: los hermanos menores somos simplemente geniales. Después de largas y acaloradas discusiones familiares, estudios científicos recientes por fin nos respaldan y concluyen que los hermanos menores son más divertidos.
El estudio revela que las diferencias que muchos especulan tienen cierto sustento científico, y que los hermanos se identifican con las características que se describen.
De acuerdo a la encuesta publicada en el portal YouGov, un 46 por ciento de los encuestados dijo que los hijos más jóvenes son más divertidos, afables y relajados. Es probable que recibir más atención por parte de los padres por lo general nos haga sentir más favorecidos, aunque seamos menos responsables.
Por otra parte, los hermanos mayores sienten un peso mayor por la responsabilidad de ocupar el primer lugar en la familia en comparación con los más pequeños, que tienen la oportunidad de sentirse más seguros, capaces de dar prioridad a su propia vida y ser organizados.
Teorías aparte, sea cual sea el lugar que ocupemos en la familia, todos tenemos características similares por el simple hecho de ser criados por los mismos padres. Es cierto que nuestros hermanos mayores siempre tendrán mayor autoridad en la familia, y que los estudios son un buen pretexto para demostrar que alguien más se da cuenta de nuestra encantadora personalidad.