Vamos a ser honestas: a nadie le gusta el acné. ¿Quién va a estar feliz con esos puntos blancos, negros o amarillos que brotan en nuestro rostro, hombros, espalda y transforman la piel en la superficie de la Luna? Absolutamente nadie. Sin embargo, y pese a que la mayoría de las personas suelen superar esta condición una vez llegada la edad adulta, lo cierto es que muchos terminan padeciéndola por el resto de su vida.
También es bien sabido que el acné ocasiona baja autoestima y cuadros depresivos. ¿Pero sabías que mientras peor sea tu salud mental, peor podría ponerse tu acné? Sí, así como lo lees, y la psicodermatología lo ha comprobado.
El acné no desaparece con la edad
En realidad no hay una buena edad para tener estos antiestéticos granitos y en los últimos años se ha multiplicado el número de casos de acné en adultos. Pero ¿cuál es la causa? Varían, pero la dieta y el estilo de vida influyen, al igual que los factores genéticos y posibles problemas hormonales.
Un estudio publicado en el British Journal of Dermatology contó con más de dos millones de participantes de ambos sexos. Algunos de ellos padecían de acné y el resto no. Los resultados fueron claros: la probabilidad de desarrollar depresión era más alta entre quienes tenían acné que aquellos que no lo padecían.
El cortisol es tu peor enemigo
Los expertos en psicodermatología coinciden en que el estrés, la ansiedad, la depresión y otras afecciones psicológicas podrían ser un motivo subyacente, y poco diagnosticado, de problemas comunes de la piel como el acné, la rosácea, la psoriasis y el envejecimiento prematuro. De hecho, la Asociación Americana de Psicología dice que la psicodermatología es la mejor manera de comprender la relación entre la salud mental y la piel, haciendo hincapié en el apoyo psicológico para los pacientes con problemas de la piel.
La psicoterapeuta Charlotte Ferguson explica que en la mayoría de los casos el estrés es el principal culpable de la generación de acné debido al aumento de cortisol, mejor conocido como la hormona del estrés, el cual causa una inflamación crónica en el cuerpo que estimula a las glándulas sebáceas a producir un aceite más espeso y pegajoso al que las células muertas se adhieren y bloquean los poros. Además, fomenta el crecimiento de bacterias.
¿La solución?
Evitar el estrés, la ansiedad y la depresión. Sí, suena más simple de lo que en verdad es, pero si tienes este problema que une al acné y tu salud mental lo recomendable es consultar un especialista. Pero recuerda: tengas o no acné, deberías sentirte bien tal como eres. Las cosas que odiamos en nosotras mismas afectan nuestra salud metal, además, así no encontrarás el camino a la felicidad. Vive de acuerdo con tus normas y te lo agradecerás.