Cumplir el sueño de titularse puede ser complicado, no solo por las tareas y exámenes, sino por las posibilidades económicas de cada uno para solventar libros, materiales, transporte e incluso hospedaje y comida. Afortunadamente, siempre se tiene la ayuda de un buen amigo, como en el caso de Meghan, quien durante todo el primer año de licenciatura, ayudó a su compañera a solventar sus gastos para comer, incluso si ella no tenía suficiente dinero para sí.
Sin embargo, y en un giro de 180 grados, Meghan descubrió que su amiga la engañó, pues siempre tuvo el dinero suficiente para costear su comida, ya que proviene de una familia millonaria, dueña de restaurantes de lujo. Su historia fue compartida en TikTok y ha provocado miles de reacciones.
Meghan explicó en TikTok que cuando iba a la universidad tenía problemas económicos. En su familia no había mucho dinero y el Student Finance (el financiamiento para estudiantes del Reino Unido) no le había llegado todavía. Sin embargo, se las ingeniaba para ayudar a su mejor amiga, quien atravesaba por una situación económica más complicada que la de ella o por lo menos eso creía.
No contaba con dinero. Tenía unos 17 o 18 años. El Student Finance todavía no había llegado. Yo estaba en bancarrota y mi amiga también. A veces le compraba la comida porque literalmente no tenía dinero. Era más pobre que yo.
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Cuando el primer año de carrera finalizó, su amiga le dijo que habría que celebrarlo con una comida en un restaurante. Meghan aceptó porque estuvo ahorrando 10 libras esterlinas a la semana y pensó que era suficiente dinero para pagar un plato de pollo o unas hamburguesas.
Llegado el momento de celebrar, Meghan acudió al lugar que su amiga le indicó y este no era para nada como lo imaginaba, pues se trataba de un restaurante de lujo.
Entro en el restaurante en el que había reservado mi amiga y mi corazón se detuvo. Oigo música clásica, veo gente con trajes y vestidos. Me siento en la mesa y veo que hay agua de limón de cortesía y toallas calientes para manos. Quería enterrarme bajo tierra, entre en pánico, fui al baño a llamar a mi hermana y le pedí que me hiciera una transfiriera porque me daba vergüenza sentirme tan fuera de lugar.
Cuando el pánico disminuyó, fue a la mesa a buscar a su amiga y pidió el platillo más modesto, contrario a su compañera que pidió varios platillos del menú. Meghan estaba tan sorprendida y asustada que por un minuto pensó que su amiga iba a salir corriendo después de cenar porque no podían permitirse esa cena.
Sin embargo, al pedir la cuenta, el camarero les preguntó si pagarían juntas o por separado e increíblemente su amiga le dijo que cobrara todo en una sola cuenta. Además, lo hizo con una tarjeta de crédito. Meghan quedó sorprendida con lo ocurrido, pero no cuestionó nada. Más tarde se enteró de que la familia de su amiga era la dueña de un restaurante importante y que vive en una mansión. Vaya, amigas vemos, herencias millonarias no sabemos.