Felimina Rotundo vive en Buffalo, Nueva York. A sus 100 años aún trabaja 11 horas al día, seis días a la semana, en una lavandería, y para ella es perfectamente normal.
“No creo en el retiro. Creo que a los 65 años uno es muy joven. Si me hubiera retirado a esa edad, ¿qué habría hecho todos estos años? ¡Me habría vuelto loca! Trabajo porque amo a las personas. Quiero estar cerca de ellas”.
Rotundo trabaja de 6 a.m. a 7 p.m. de lunes a sábado en una lavandería lavando y doblando ropa, una actividad que, para ella, la mantiene joven: “Es por eso que los adultos mayores se enferman cuando están en casa. No tienen en qué ocuparse y su mente se deteriora”.
Rotundo, quien cumplió 100 años de vida en agosto, ha trabajado durante 85 años, al mismo tiempo que crió dos hijos con su fallecido esposo, que era cantinero.
“Mi primer trabajo fue en una fábrica de zapatos en Annville, Pensilvania, cuando tenía 15 años. Ganaba aproximadamente 10 dólares por semana, trabajaba 40 horas y nunca me quejé. Estaba orgullosa por tener un trabajo”.
Era una adolescente durante la Gran Depresión, hecho que sin duda causó un fuerte impacto en su ética laboral. “Tienes que haber crecido durante la Gran Depresión para saber lo que es tener momentos difíciles. ¿Qué haces? Sobrevives. Eso es lo que hace que crezcas y trabajes duro y ganes algo de dinero. Te vuelve independiente y capaz de decir qué fue lo que hiciste en medio de tiempos difíciles”, explica Felimina.
“Creo que estar rodeada de personas mantiene la mente ocupada. Tengo que dar un paseo las tardes de domingo con mi perro porque no estoy trabajando. No paso mucho tiempo mirando la televisión excepto por las noticias y leo el periódico a diario”.
Felimina espera que su empuje a los 100 años muestre a otros el valor de la población de adultos mayores. “[…] echan a la gente mayor y se olvidan de ellos. A mí no, yo quiero continuar trabajando. Creo que deberían mantener a las personas mayores trabajando tanto tiempo como quieran. Si los adultos más grandes trabajan y son independientes, eso los hace sentir muy diferente”.