Hollywood ha dado a las películas de terror un toque extra al añadir maquiavélicos y pequeños engendros del mal en cuerpos de niños. Ya sea para representar a las indefensas víctimas de los espíritus malévolos o para agregar a la trama un toque diabólico con el control que pueden tener los infantes sobre los adultos, no cabe duda de que el cine de terror ha convertido a los pequeños en uno de sus iconos tenebrosos.
Recordarlos con una maratón de películas tal vez no sea la mejor opción, a menos que quieras irte a dormir con la luz encendida o recostarte a escondidas junto a tu hermana o tus papás. Por cierto, algunos de estos temibles y pequeños protagonistas ya están bastante creciditos y, más qué un susto, algunos te sacarán suspiros.