Una vez más, el telescopio espacial James Webb (JWST) nos regala maravillas de nuestro universo. En esta ocasión, el planeta Neptuno es el protagonista de las nuevas imágenes difundidas por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
A través de una publicación compartida en la cuenta oficial de Twitter de la NASA Solar System, el pasado 21 de septiembre, podemos apreciar un Neptuno inédito, vestido de blanco en lugar de su habitual azul, así como sus asombrosos anillos.
Sin embargo, el cambio en el aspecto de Neptuno, debido a que el planeta fue fotografiado en infrarrojo en lugar de en el espectro de luz visible, no es el único elemento de sorpresa. De hecho, en la imagen, sus anillos se destacan con una nitidez impresionante.
Una nueva forma de analizar su atmósfera
Cabe mencionar que Neptuno no se había visto en más de treinta años, desde el breve y único paso de la sonda Voyager 2 en las cercanías de este gigante helado, en 1989, por lo que el reciente avistamiento representa la oportunidad de estudiarlo como nunca antes.
Mark McCaughrean, asesor de ciencia y exploración de la Agencia Espacial Europea (ESA), que trabajó durante 20 años en el proyecto de James Webb, contó a AFP que la visión infrarroja del supertelescopio espacial proporciona una nueva forma de analizar su atmósfera.
El telescopio elimina todo el resplandor debido al reflejo del sol en la superficie de Neptuno y la contaminación lumínica de su entorno, para ‘comenzar a adivinar la composición atmosférica’ del planeta.
Según un comunicado de la NASA, en imágenes tomadas en la banda visible por el telescopio Hubble, que opera con tecnología de hace tres décadas, Neptuno aparecía azulado debido a la presencia de metano en su atmósfera, pero con el instrumento NIRCam de James Webb, que funciona en el infrarrojo cercano, el planeta adquiere un tono coloreado en un blanco grisáceo.
De hecho, el gas metano absorbe la luz roja e infrarroja con tanta fuerza que el planeta parece bastante oscuro en las longitudes de onda de Webb, excepto donde hay nubes a gran altura. Estas nubes de hielo de metano se destacan como rayas y puntos brillantes, que reflejan la luz solar antes de que sea absorbida por el gas metano.
Además, la calidad de la imagen es tal que también muestra las tenues bandas de polvo que rodean al planeta, así como una delgada línea de luz alrededor del ecuador y una “luz extraña” en uno de los polos de Neptuno.
Siete de las 14 lunas de Neptuno capturadas
Por si fuera poco, el James Webb también capturó imágenes de siete de las catorce lunas conocidas del planeta. En particular de Tritón, que se asemeja por su brillo a una pequeña estrella más grande que el planeta enano Plutón. Además, esta parece más brillante que Neptuno debido al reflejo de la luz solar en su superficie helada.
Neptuno ha fascinado a los investigadores desde su descubrimiento en 1846. Ubicado 30 veces más lejos del sol que la Tierra, orbita en una de las áreas más oscuras de nuestro sistema solar. A esa distancia, el sol es tan pequeño y tenue que el mediodía de Neptuno es similar a un ligero crepúsculo en nuestro planeta.
Lanzado a fines del año pasado, el James Webb es el telescopio espacial más poderoso jamás desplegado. Según McCaughrean, permitirá un tipo de astronomía “que era impensable incluso hace cinco años”.