Sobrellevar la cuarentena es más fácil para unos que para otros, pero si hablamos de expertos en el tema los astronautas se llevan la corona, pues pasan meses en el espacio sin contacto con los terrícolas.
Scott Kelly es un exastronauta de la NASA que vivió un año entero en la Estación Espacial Internacional (la EEI, un centro de investigación en la órbita terrestre) y no le fue fácil sobrellevar el aislamiento, pero establecer ciertas rutinas y actividades lo ayudó a pasar un periodo agradable.
1. Haz de tu horario una regla
Esto te ayudará sobre todo cuando tienes que hacer home office ya que, al estar en casa, la tentación de tomar descansos recurrentes y distraerte con cualquier cosa es normal.
Si no tienes que trabajar desde casa igual te será de mucha ayuda planear tu día: asigna horas para estudiar, practica algún pasatiempo, lee, infórmate sobre lo que pasa en el mundo, mira películas, etcétera. Todos necesitamos cierta estructura.
2. El sueño y el descanso son invaluables
Cuando vives y trabajas en el mismo espacio es importante para tu salud emocional pausar tus labores y no saturarte ni sentirte invadida. Si te sientes exhausta tómate 10 minutos para simplemente cerrar los ojos y reiniciar tu mente.
Además debes tener un horario fijo para dormir, pues el sueño está relacionado con el estado de ánimo, las relaciones, la salud y la manera en que percibimos las cosas.
3. Respira aire fresco
Scott dice que al estar en el espacio una de las cosas que más extrañaba era la naturaleza, y que a menudo sus colegas reproducían grabaciones con sonidos de aves, árboles meciéndose con el viento, ¡y hasta mosquitos!
Si tienes un jardín riégalo, cuídalo y pasa tiempo en él, pero si no lo tienes puedes salir al parque más cercano de tu casa SOLO si cumples con las medidas de seguridad: alejarte 2 metros de las personas, cubrirte al estornudar y toser, no tocarte la cara, usar gel antibacterial y lavarte las manos cuando estés en casa.
4. Tu pasatiempo será tu vía de escape
Cuando las noticias te saturen y te sientas ahogada necesitarás un salvavidas, en este caso será tu pasatiempo favorito, ese para el que no habías tenido tiempo desde hacía mucho.
Apaga tu celular por algunas horas y dedícate de lleno a esa otra actividad que disfrutas: dibuja, retoma el videojuego que no completaste, lee un libro, escucha podcasts, cocina…
5. Escribe un diario
Llevar un registro sobre tus días, experiencias, sentimientos y pensamientos te ayuda a poner en perspectiva el momento en el que te encuentras.
Puede que no haya mucho que escribir en cuanto a tus actividades porque serán monótonas, pero puedes centrarte en cómo te sientes, en cómo percibes las cosas a través de tus sentidos o buscar maneras creativas para expresarte. El chiste es que saques aquello que llevas dentro.
6. No pierdas el contacto con tu familia y amigos
Aunque sea difícil, es crucial evitar el contacto directo con otras personas, y eso incluye a tus seres queridos.
No podrás visitar a tu mejor amiga para tomarse un café, ni ver a tu mamá para comer, y no saldrás a una cita romántica con tu pareja, pero pueden aprovechar la tecnología para mantenerse conectados y sentirse cerca aunque estén lejos.
7. Escucha a los expertos
Gracias a las redes sociales la información viaja a gran velocidad y alcanza a muchas personas, pero esta inmediatez y viralidad las vuelven un arma de doble filo, pues existe el riesgo de que se difundan masivamente noticias falsas.
Antes de creer en lo que estás leyendo verifica las fuentes, corrobora la información en sitios oficiales y haz caso a los expertos.
8. Todos estamos conectados
Vista desde el espacio la Tierra no tiene fronteras. La propagación del coronavirus nos demuestra que lo que compartimos los seres humanos es mucho más poderoso que lo que nos mantiene alejados. Todas las personas están inevitablemente interconectadas y cuanto más nos unamos para resolver nuestros problemas, mejor estaremos.
Uno de los efectos secundarios de ver la Tierra desde la perspectiva del espacio, por lo menos para mí, es sentir más compasión por los demás. Por más indefensos que nos sintamos encerrados en casa, siempre hay cosas que podemos hacer: he visto a personas que leen cuentos a los niños mediante videollamadas, que donan su tiempo y dinero a organizaciones de beneficencia, y que hacen mandado para los ancianos o vecinos con sistemas inmunes debilitados. Los beneficios para el voluntario son tan grandes como para quien recibe la ayuda.
He visto a los humanos trabajar para superar los retos más complejos que podamos imaginar, y sé que somos capaces de salir adelante si todos ponemos de nuestra parte y trabajamos en equipo.
Ah, y lávense las manos con frecuencia.
—Scott Kelly