Se podría pensar que dentro de los juegos olímpicos los competidores solo se ven como rivales disputando una medalla, pero lo cierto es que también surge entre ellos el compañerismo y la generosidad, lo cual los hace personas aún más extraordinarias de lo que ya son.
Esto lo demostró la atletla estadounidense Abbey D’Agostino cuando ayudó a su compañera Nikki Hamblin de Nueva Zelanda luego de que sufrió una desafortunada caída durante la carrera de clasificación de los 5000 metros, algo que les arruinaría la carrera a ambas.
Así es como ambas fueron descalificadas
La corredora de Nueva Zelanda, Nikki Hamblin cayó repentinamente, haciendo que su compañera Abbey D’Agostino colisionara contra ella por la espalda llevándola también al suelo. De esa manera vieron cómo sus esperanzas de ganar una medalla olímpica simplemente se alejaban junto con el resto de las competidoras.
Apesar de la caída, Abbey sólo pudo ofrecer su ayuda
“Caí repentinamente y sólo pensé ‘¿qué está pasando?’, y de la nada sentí una mano en mi hombro de alguien que decía: ‘levántate tenemos que terminar con esto’. Estoy muy agradecida con Abbey por lo que hizo por mí. Esta chica tiene un gran espíritu Olímpico”.
Fue una escena que llegó al corazón de todos los espectadores
D’Angostino se había torcido la rodilla y su rival sólo se quedó ahí esperando para poder ayudarla. Pero al final quedó claro que ninguna de las dos iba a ser capaz de terminar la carrera. Luego de eso ambas terminaron la carrera en los últimos lugares pero felizmente abrazadas.
D’Angostino abandonó la pista en una silla de ruedas
Pero la sonrisa en su rostro mostrando su agradecimiento fue aún mejor que si hubiera ganado la competencia.
Pero no todo terminó en tragedia
Los jueces decidieron permitirles a ambas pasar a la final, que se llevará a cabo el viernes 19 de agosto. Los entrenadores de ambas chicas comentaron que el problema que las había afectado su participación había sido externo, así que los jueces determinaron que les darían la oportunidad de competir nuevamente.