Seguramente en la cocina de tus padres te has topado con algún pequeño mantel bordado, cuya historia de cómo fue terminado justo a tiempo para ser calificado por la maestra al fin del curso es una de las favoritas para contar a la hora de la comida.
Después de estar al borde de la extinción, el bordado con punto de cruz ha sido rescatado por los millennials como una forma de combatir el estrés y se une a otras tendencias como la elaboración de cerámica, los mandalas para colorear o la pintura, que están viviendo nuevamente momentos de gloria.
Pasatiempos con una misión específica
Que estos pasatiempos de la época de nuestros padres o abuelos estén de regreso no es una casualidad sino que se trata de actividades que, independientemente de su encanto particular, pueden aliviar una mente ansiosa e hiperestimulada.
Repeticiones terapéuticas
Según un estudio realizado por la American Friends of Tel Aviv University, una dosis saludable -es decir, excluyendo el que denota trastornos obsesivos compulsivos- de comportamiento repetitivo puede ayudar a reducir la ansiedad. De tal manera que introducir la aguja en el lienzo y luego sacarla, una y otra vez, puede calmar la mente.
Meditación en movimiento
Así que si no eres de las que aguantan quieta 15 minutos mientras te concentras en tu respiración y alejas todos los pensamientos de tu mente, ser consciente de la tarea que representa bordar y concentrarte en la tarea es una buena forma de eliminar el estrés.
Un momento de calma para los cerebros fatigados
Cerebros cansados, mentes agotadas por el constante bombardeo de contenidos diseñados para captar la atención y generar emociones rápidas, así como una abrumadora exposición a las pantallas pueden ser controlados por el suave movimiento de las puntadas cruzadas que podrás realizar con tu kit de punto de cruz al bordar un atractivo diseño en el lienzo que prefieras.