Sabemos que los chicos en secundaria pueden ser hirientes y abusivos con sus compañeros, y muchas ocasiones las consecuencias del bullying son dolorosas. Otras veces, este sufrimiento por la humillación puede convertirse en una bella catarsis donde los bulleados superan a sus acosadores.
Así fue el caso de Natalia Castellar, quien durante su infancia sufrió acoso por el solo hecho de haber nacido con un par de cejas grandes y pobladas. Ahora, a sus 17 años, Natalia no podría estar más feliz de tener unas cejas gruesas que se han convertido en “sello personal” y le han conseguido grandes trabajos de modelaje con marcas exclusivas.
“Cuando era joven cualquiera apuntaba a mis cejas porque eran grandes y gruesas. Fui acosada hasta el punto de querer afeitarlas por completo. Ahora trabajo para una de las agencias de modelaje más importantes del mundo y ansío conocer todo lo que viene en mi carrera; muero de ganas por viajar. Sé que soy el tipo de persona creativa que siempre busca hacer algo nuevo”.