La mayoría de las chicas soñamos con incluir queso y pan en su dieta, aunque claro, los especialistas en nutrición dicen que no son saludables, al menos no en las cantidades que nosotras quisiéramos. Pero de acuerdo a Charlotte Palermino, una escritora, comer pizza en realidad puede ayudarte a perder bastante peso.
La directora de Hearst Digital realizó una “dieta de pizza” y durante una semana no comió otra cosa que este suculento platillo. En una publicación que hizo para Cosmopolitan, relató sus hábitos alimenticios diarios y cómo se sintió después de comer rebanada tras rebanada de pizza en el desayuno, almuerzo y cena. Una de las cosas que hace sorprendente esta dieta es que perdió casi tres kilos en el proceso. Y ahora nosotros te contamos qué hizo.
Charlotte Palermino tiene el Santo Grial de las dietas
Antes que nada, tenemos que aclarar que no es una dieta real o avalada por especialistas, solo se trata de la experiencia de una chica que combinó su comida favorita con otros alimentos.
Palermino inició limpiando su organismo, como en cualquier otra dieta, ella dejó de comer azúcar y beber vino. Estas son las reglas que estableció:
- La pizza debe tener corteza
- Debe tener queso o topping
- Debe tener algún tipo de salsa (el aceite de oliva cuenta)
- Si se empieza a desarrollar escorbuto (enfermedad producida por la carencia o escasez de vitaminas) se suspende
- No se deben de consumir suplementos alimenticios, azúcar o alcohol
- Se permite beber café
Y así es como terminó comiendo solo carbohidratos y proteinas durante una semana.
Día 1
Cantidad de rebanadas: 10
Estado de ánimo: con resaca, pero con las habilidades de una mosca
Charlotte había bebido un día antes de iniciar la dieta, por eso comer pizza se sentía como una gran idea, así que decidió visitar su restaurante favorito. Pidió dos pizzas y comió hasta que su resaca se calmó. Al final consumió seis rebanadas.
Ingredientes: Mozzarella, Ricotta, ajo, aceite de oliva, sal marina, huevo en la parte superior, ajo, champiñones. jalapeños y salsa de tomate fresca.
Día 2
Cantidad de rebanadas: 1.75 de pizzas pequeñas
Estado de ánimo: ¿se tratará solo de una acidez estomacal?
El segundo día, Charlotte despertó con acidez estomacal y para el desayuno decidió solo beber agua e ingerir un poco de masa de pizza que le había sobrado el día anterior. Para la hora de la comida, visitó otro de sus restaurantes de pizza favoritos.
Pedí una pizza que tenía más queso. Le puse el jugo de dos limones para comer un alimento que fuera vegetal. Lo creas o no, el limón queda muy bien con la pizza, me comí un tercio de ella y me traje el resto para comerlo como snack hasta la hora de la cena.
Ingredientes: Tomates cherry, cebolla morada, tomate, uvas, anchoas blancas, jalapeño, aceitunas, aceite de oliva extra virgen, perejil y sal marina.
Día 3
Cantidad de rebanadas: 8
Estado de ánimo: no está bien definido.
Al tercer día el ardor de estómago desapareció. Para el desayuno cocinó un huevo y lo colocó sobre una rebanada de pizza del día anterior. Después del trabajo fue a un restaurante en donde pidió una pizza margherita y una pizza de pepperoni.
Día 4
Cantidad de rebanadas: 6
Estado de ánimo: hinchazón, irritabilidad, dolor de cabeza.
El cuarto día se tornó uno de los más difíciles, Charlotte ya no soportaba los lácteos de la misma manera, así que tomó café sin leche. Por la noche se dirigió a un nuevo restaurante de pizza y ordenó la que tenía alcachofas y queso crema.
Día 5
Cantidad de rebanadas: 10
Estado de ánimo: sus emociones eran una montaña rusa. Todo sabía a pizza.
En el quinto día, Charlotte no tenía ánimos de nada. Para el almuerzo comió dos rebanadas de pizza de rúcula, champiñones, queso ricotta, aceite de oliva y limón. Después de hacer un poco de ejercicio se dirigió a pedir una nueva pizza que tuviera verduras frescas y una fina corteza.
Día 6
Cantidad de rebanadas: desconocidas
Estado de ánimo: ha mejorado considerablemente, su piel estaba brillante y sus leggings estaban más flojos. Finalmente su estómago empezó a aceptar la nueva forma de alimentación.
Para el desayuno, Charlotte comió la mitad de una rebanada de pizza. Estaba hambrienta. Durante el almuerzo, fue a un restaurante y comió dos rebanadas de pizza de pepperoni. Para la cena devoró una pizza completa y su cuerpo finalmente se había convertido en un templo de pizza.
Día 7
Cantidad de rebanadas: 12
Estado de ánimo: Charlotte descubrió que ama la pizza. Su cuerpo y la fe en la humanidad fueron restaurados.
El fin de semana fue junto a unos amigos a desayunar pizza. Comió seis rebanadas. Para la “ultima cena” se dirigió a un nuevo restaurante y pidió una pizza estilo romano. Finalmente su cuerpo había aceptado la grasa y el pan.
Conclusión
La pérdida de peso no se debe a que la pizza sea una comida saludable, sino a que, probablemente, dejó el vino y el azúcar. Consumir un producto durante una semana no hará que el cuerpo adelgace, solo se adaptará a un estilo de vida; sea como sea, la grasa aparecerá tarde o temprano.
Al final, toda la pizza que consumió Charlotte la hizo sentir terrible. Hubo momentos en los que sintió que iba a morir, por lo que definitivamente no recomienda comer solo pizza durante una semana.