A través de las redes sociales prácticamente todo es posible. Es el medio que muchos utilizan para mostrarle al mundo su vida; viajes, pareja, trabajo, deporte, todo lo que sea presumiblemente mostrable cabe aquí.
Una de las cosas que sobresale del resto es precisamente las parejas de enamorados y su eterno sí, ¡felicidad total! y amor que flota por todas partes; sin embargo, para Hanna Smothers esta situación es tan falsa que ha decidido crear su propia realidad.
Esta chica de 22 años decidió fingir que tenía un novio a través de Instagram. No le costó nada de trabajo hacerlo y ese era justamente parte de su objetivo, mostrar al mundo que no todo lo que vemos en las redes sociales es tan real.
Ella es Hanna Smothers
Y el primer paso para lograr su cometido fue mostrarse en un elevador, ¡de vacaciones!
Después, desayuno para dos
Ella además añadió la frase: “De refugio con un nuevo amigo”.
Luego, flores a la oficina ¿qué romántico, no?
Nada más convincente que un enamorado te mande flores a tu oficina, cualquier novio detallista lo haría. Pero aún no convencía al 100% a sus amigos.
“Al parecer subestimé a mis amigos, ya que ninguno pensó que esta publicación significara romance. De hecho una amiga muy cercana del colegio simplemente escribió ‘abuelita’, porque al parecer pensó que sólo mi abuela era capaz de hacer algo tan dulce”.
Pero una noche de copas quién podría negarla
El paso siguiente fue salir con un amigo y aprovechar la ocasión para tomar una fotografía de los vasos, la cerveza y el infalible mensaje: “después de trabajar, unos tragos con un chico”.
Juntos hasta el fin
Para los escépticos, esta fue la foto que probaba todo “contigo a todos lados”. Esta chica definitivamente tenía un romance. Aunque la verdad del asunto es que la mano que aparece junto a ella era la un completo extraño que se encontraba en el metro.
El chico sí existe
Casi llegando al final de su experimento, Hanna publicó la foto de su supuesto chico y el mensaje de: “el mejor café con el mejor chico”. Para este punto las amigas habían caído en la trampa y se preguntaban ¿quién sería el chico de la foto?
¿Habría podido haber otro final?
Una cena romántica era el final perfecto y la prueba contundente: Hanna tenía una pareja y una cena romántica. Esto hizo que muchas de sus amigas comenzaran a pedirle detalles del galán.
“Ahora que mi secreto ha sido revelado, es tiempo para que yo y mi novio de Instagram terminemos. Ha sido sumamente amoroso, disfruté muchos los ‘me gusta’ que recibimos en esas publicaciones falsas, pero tenemos que avanzar. Es tiempo de seguir. Extrañaba postear mis selfies tradicionales, frente a un espejo.
“Los novios de Instagram van y vienen, pero las selfies son para siempre”.
Así es como esta chica creó su propia relación en Instagram, Hanna de 22 años decidió darle una lección al mundo: “el león no siempre es como lo pintan”, y tampoco el amor que tantas parejas muestran a través de las redes.
¿Qué te pareció el experimento?