En las fiestas podemos ver una gran variedad de fauna salvaje: el DJ que no deja a nadie poner música, el guapito que es el alma de la fiesta, el forever alone que nunca nadie sabe quién lo invitó, el que no lleva nada y bebe hasta transformarse en el malacopa, la pareja besucona que hasta da asquito, el chavorruco que es bien creepy y, el más mítico de todos, ¡el que no bebe y aun así se divierte!
¿A poco eso existe?
¡SÍ! Aunque no lo creas, hay personas que pueden pasarse toda la noche de fiesta y aguantarte el ritmo aunque no estén bebiendo y no necesariamente son los conductores designados, simplemente no les gusta el alcohol.
¿Y cómo se divierten?
Quizás esta duda realmente te carcoma, pero la respuesta es tan simple que te sorprenderá: se divierten igual que cualquier otra persona… porque son como cualquier otra persona, simples mortales de carne y hueso. Les gusta salir un viernes por la noche para olvidarse del estrés, bailar, escuchar música, hablar con amigos… Eso sí, ellos no tienen que preocuparse por los devastadores efectos del alcohol (la bendita cama voladora, por ejemplo).
¿Qué NO debes hacer si tu amigo es abstemio?
Si eres de las personas que todo el tiempo les dice “¿y tú por qué no bebes?”, “de seguro no tomas porque te pega el novio/la novia”… ¡DEJA DE HACERLO! Créenos, ya están cansados de escuchar siempre lo mismo.
De igual manera, si los acosas todo el tiempo con comentarios tipo “ándale, una cervecita nada más”, “un traguito no te va a hacer daño”, solo piensa: ¿a ti te gustaría que alguien te obligara a hacer algo que no quieres? Lo mejor es ser respetuosos y afrontar el hecho de que cada persona es diferente.
Además, admítelo, estaría genial divertirte toda la noche y no estar muriendo de resaca al día siguiente o escuchando el recuento de los daños (de los que no te acuerdas… ups). ¡Punto para los abstemios!