Mario Núñez es un chileno de 71 años que todos los días lleva a su esposa, Fresia Farías, de 65, en el primer asiento de su autobús. Él es chofer y su amada está a su lado todo el día porque su sueldo no le alcanza para contratar una enfermera que la cuide, ya que la mujer padece Alzhemier.
Una chica llamada Ximena Ledesma Bustamante tomó el autobús en la mañana del 31 de octubre y notó que el transporte solo llevaba de pasajera a la señora Farías, quien además cargaba una placa en el pecho con su nombre, número de teléfono y especificaba la enfermedad que padecía.
Esto le pareció peculiar, así que comenzó a platicar con el chofer, el señor Núñez, quien habló de su impotencia con la joven chilena. Al conocer la historia, Ximena subió fotos y video a Facebook para enseñar a todos la situación que vivía la pareja.
https://www.facebook.com/ximenaledezma/videos/10157846410989863/?t=7
Yo ya la impotencia que tengo es muy grande y no hablo porque yo quiero, me trato de desahogar. Y me las he llorado manejando. Tenemos hijos, pero los hijos son puros cachos. Cuando uno tiene hijos, uno no tiene hijos para que lo cuiden a uno, pero mire cómo viene ella, toda doblada. Pero nadie sabe dónde va a llegar uno.
Ella podría estar tomando el desayuno, quizá durmiendo o descansando, pero no aquí conmigo, haciendo estos viajes tan largos.
La joven asegura que durante todo el trayecto el hombre jamás le quitaba los ojos de encima a su mujer y que mientras la señora iba durmiendo, cuando él frenaba el autobús ella se hacía hacia adelante, lo cual conmovió a la chica, por lo que subió la historia a las redes en busca de ayuda para esta pareja de ancianos.
El hombre no tenía quién le ayudara en casa a cuidar a su esposa, tampoco dinero para dejarla en un centro donde le dieran la atención que requería, así que todos los días por las mañanas eran ellos dos arriba del autobús hasta que terminara la jornada laboral del hombre de 71 años.
https://www.facebook.com/ximenaledezma/posts/10157831227409863
El alcance de la publicación de Ximena tuvo tanto éxito en redes sociales que logró llamar la atención del coordinador del Servicio Nacional del Adulto Mayor en Chile, quien de inmediato le brindó un espacio a la señora Fresia en la Fundación Las Rosas, donde a la semana siguiente se le dio ingreso y ahora cuenta con cuidado profesional.
La historia de este par de adultos mayores es una de las de cientos de matrimonios de la tercera edad que luchan para salir adelante con mínimos ingresos de pensiones, el trabajo que aún pueden realizar y, en muchos casos como el de Mario y Fresia, son olvidados por sus propios hijos.