Lamentablemente, debido al alza de los índices de inseguridad en Brasil, uno de los países más peligrosos de Latinoamérica, la ciudadanía se mantiene en vilo y en alerta constantes ante cualquier situación que pueda parecer alarmante.
Algo como esto sucedió en un restaurante de la ciudad de Recife, Brasil, en el que una estampida de clientes huyó despavorida al creer que serían víctimas de un asalto. Sin embargo, todo se trató de un peculiar malentendido, pues confundieron a los corredores de un gimnasio de CrossFit con ladrones que intentaban robar a los clientes y al establecimiento.
El momento, captado por las cámaras de seguridad del bar y restaurante Cervejaria Alphaiate y compartido en Twitter por un usuario identificado como Bernardo (@BernardoBcabral), muestra cómo los clientes estaban disfrutando de su comida afuera del lugar cuando repentinamente entraron en pánico luego de que un grupo de personas que corría directamente hacia ellos los obligó a huir de sus mesas, dejando atrás sus pertenencias y volteando mesas y sillas.
E os clientes de um bar da zona sul de Recife que acharam que tava rolando arrastão quando na verdade era a turma do crossfit correndo na rua? pic.twitter.com/TlX6gJjpzb
— Bernardo (@BernardoBcabral) September 22, 2022
¿Qué pasa con los clientes de un bar en el sur de Recife que pensaron que habría un asalto cuando en realidad era un grupo de CrossFit corriendo en la calle?
En las imágenes también se puede ver al mesero del lugar, quien luce confundido, pero eventualmente corre después de la estampida de comensales asustados ante el supuesto grupo de ladrones que se dirige hacia ellos, dejando el restaurante casi vacío en cuestión de segundos. Casi al final del video, un grupo de cinco hombres, que parecen estar usando gorras y ropa deportiva, pasan corriendo por la escena.
El cirujano brasileño Amyr Kelner, quien supuestamente estaba en el restaurante en ese momento, contó al medio de comunicación local G1 su experiencia y cómo fue que se dieron cuenta de que el percance no fue más que una equivocación producto de la paranoia:
Fue muy rápido. La gente venía lentamente, luego, cuando se acercaron a nuestra mesa, comenzaron a correr. […] En ese momento, alguien gritó que era un robo. Fue entonces cuando me levanté, grité que también era un robo y salí corriendo. Cuando me levanté, puse mi celular y mi billetera en mi bolsillo. Hubo gente que pensó que estaba sacando un arma. Así es vivir en una ciudad tan insegura como la nuestra. Después de unos minutos, vimos que no pasaba nada. Todos empezaron a reírse y volvieron a las mesas como si nada hubiera pasado.
Finalmente, a través de un comunicado proporcionado a los medios locales, el restaurante confirmó que la confusión fue “nada más que un malentendido”.