Normalmente la novia es quien pasa meses de su vida planeando la boda perfecta, eligiendo el vestido, el velo, los zapatos, el maquillaje; corriendo de un lado a otro para probar pasteles, banquetes y aperitivos; tratando de decidir el color de las invitaciones y toda la decoración que llevará el lugar dónde se realizará el evento. Después de todo ese ajetreo, transcurre la fiesta y la magia se termina en unas cuantas horas.
Es por eso que las parejas contratan a fotógrafos profesionales para captar esos momentos tan especiales e inolvidables que solo suceden durante el festejo nupcial. Algunos enamorados hacen una sesión especial en lugares con paisajes espectaculares, pero lo más divertido es cuando personas o animales irrumpen en la escena haciendo que el recuerde quede más gracioso que nunca.