Existen unas cuantas cosas que sólo las chicas que asistieron a este tipo de escuelas podrán entender, desde la clásica pregunta: “¿por qué no vas a una escuela pública?”, hasta la envidia que sentían de la vida social que sus otros amigos tenían; no puedes negar que eran cosas completamente distintas.
Cuando miras hacia atrás y recuerdas todo lo que viviste en la escuela católica, te das cuenta de que no cambiarías todos esos años ahí, después de todo fue en ese lugar en donde conociste a tus mejores amigas. Estoy segura de que muchas chicas pueden tenerle cariño a esa sensación de añoranza. Estas son algunas cosas que solo las chicas que asistieron a una escuela católica podrán entender.
1. No importa cuánto lo odiaste, siempre llevaste uniforme
2. Para compensar la falta de un maestro veían una película católica
3. Tus clases de religión eran consideradas momento de relajación
4. Nunca pudiste usar unos lindos y coloridos zapatos con el uniforme
5. ¿Perforaciones? Ni siquiera podías pensar en eso
6. Tampoco podías pensar en esmalte de uñas o maquillaje extravagante
7. Aprendiste a leer la biblia de la manera correcta
8. Aún recuerdas todas las canciones de misa
9. El evento más importante era tu primera comunión
10. Las clases de educación sexual simplemente no existían
11. El día no comenzaba hasta que hicieras tus oraciones matutinas
12. Sentías nervios al tener que confesarte con el sacerdote
13. Interpretar a la virgen en la pastorela era un privilegio
14. Tenías que dejar “suficiente espacio para el espíritu santo”
15. El nombre de tu escuela tenía algo de santo
16. Tener monjas como maestras era muy común
17. No puedes negar que algunas monjas eran geniales
18. Aunque te odiaban cuando hacías esto en tus exámenes
“Jesús siempre es la respuesta”/ “No en esta pregunta”.