Una sonrisa linda es una de las mejores cartas de presentación que podemos tener, pero en la vida de casi todo adolescente llega un día en el que nos dicen que debemos usar brackets; después de ese momento ya nada vuelve a ser igual.
A pesar de saber que el resultado final sería espectacular, estabas muy lejos de imaginar todas las situaciones por las que pasarías para tener una dentadura perfecta. Si alguna vez usaste brackets, sabes de lo que te estoy hablando.
1. Cuando sentías que todos notaban que usabas brackets
2. Cuando alguien te decía que le gustaría usarlos alguna vez
3. Cuando te tocaba ajuste
4. Ese sí era dolor real
5. Cuando tenías que aguantar las nauseas para tener tus retenedores
6. Cuando los brakets te provocaban miles de aftas
7. La pequeña y maravillosa solución
8. Y tenías que usar esto
9. A veces te sentías como caballo
10. Cuando no debías comer chicle y no hacías caso
11. Cuando la comida se te quedaba entre los dientes
12. Ni pensar en besar a alguien
13. Hasta pronto, comida sólida
14. Lo único que querías comer después de que los ajustaran
15. Cuando te dijeron que usarías el retenedor de por vida, te imaginaste así
16. Éste era un verdadero conflicto
17. Cuando pensabas que el dentista jamás cortaría los alambres
18. Cuando tenías que quitarte las ligas para comer
19. A veces no querías sonreír
20. Pero el resultado valió la pena
