Como si nuestra vida dependiera de ello, pasamos la mayor parte del tiempo pensando en el qué dirán: ¿Qué dirán si ven que aumenté de peso? ¿Qué dirán si no quiero tener hijos? ¿Qué dirán si me quiero casar joven? Y así se nos van los mejores años tratando de justificar todas y cada una de nuestras decisiones.
¿Pero sabes algo? Sólo tú tienes control sobre tu vida, y sólo de ti depende lo que haces o no con ella, por eso aquí te decimos 18 cosas que ninguna mujer debería justificar:
1. Ponerte a ti misma en primer lugar
Cuando la periodista Barbara Walters le preguntó a Michelle Obama si era egoísta que ella hiciera de sí misma su prioridad, respondió: “No, no, es práctico… la mayoría de las veces estamos muy abajo en nuestra propia lista de prioridades porque gastamos el tiempo ocupándonos en el resto. Una de las cosas que quiero que mis hijas aprendan es a invertir tiempo en ellas mismas, tanto como invierten tiempo para otras cosas.”
2. Lo que comes y cuánto comes
Puedes comer un gran almuerzo sin la necesidad de decir: “Es que no he comido en todo el día”, o comerte un grande y delicioso plato lleno de nachos sin decir: “Me merezco esto porque toda la semana me porté bien, mañana comienzo la dieta de nuevo”. Y sobre todo no tienes que dar explicaciones cuando te digan: “¿Te vas a comer todo eso?” –”¡Sí! ¿Y?”
3. Tener una alimentación saludable para cuidar tu salud y no para perder peso
Por alguna extraña razón, las personas no son capaces de creer cuando una mujer tiene una dieta saludable sólo por el simple hecho de preocuparse por su salud y no por el tamaño de su cuerpo.
4. No querer tener bebés
No eres más o menos mujer si tener un hijo no es para ti. No tienes que dar explicaciones que respalden el porqué de tu decisión, ni justificarte: “No sé, tal vez algún día”, cuando realmente sabes que definitivamente no quieres tener hijos, pero no quieres ser catalogada como un monstruo insensible y sin corazón.
5. Querer tener hijos
No deberías tener que soportar los comentarios que te hacen cuando manifiestas tu decisión de querer hijos desde joven, como: “Te arruinarán la juventud”, “aún no estás lista”. Un bebé no tiene por qué arruinarte nada, y puedes hacer mil cosas teniendo uno. Si quieres viajar, viajarás. Si quieres estudiar una carrera, puedes estudiar. Mientras tú seas consciente de las consecuencias, no tienes porque dar justificación alguna.
6. Si tienes o no relaciones sexuales
No tienes que tener una razón para acostarte con alguien, así como para decidir no hacerlo. Y por supuesto no debes sentirte obligada a dar excusas de por qué te mantienes soltera.
7. Disfrutar de los llamados placeres ‘culposos’ porque son ‘cosas de chicas’
Tus gustos no tienen porque ser placeres que te causen remordimientos, simplemente son sólo placeres. Puedes disfrutar de pintarte las uñas de colores brillanes, decorarlas o usarlas postizas; usar minifaldas o faldas muy largas; pintarte el pelo y disfrutar maquillándote. Incluso, de ver Si tuviera 30 mil veces sin tener que caer en un estereotipo.
8. Si decides no arreglarte hoy
Cuando una chica sale de casa sin arreglarse y se encuentra con alguna persona conocida, la mayoría de las veces siente la necesidad de tener que pedir disculpas por la forma en que va vestida. Entiende que no tienes por qué disculparte con nadie por la manera en que vas, o porque sí te arreglas pero eres extravagante y distinta. Al contrario, a la única persona que le debes pedir disculpas por creer eso es a ti misma.
9. Experimentar con tu sexualidad
No tienes que justificarte con frases como “estaba perdida y confundida” o “era una loca chica universitaria”. Si decidiste estar con una chica en una fiesta porque lo consideraste divertido, bien; o si era algo más que eso, entonces simplemente llámalo por su nombre y que no te importe lo que los demás digan.
10. Tu peso
El tamaño y peso de tu cuerpo no determinan si eres o no una mujer de verdad. Excesivamente delgada. Demasiado gorda. Tú y tu salud son las únicas voces autorizadas.
11. La cantidad de maquillaje que usas
Si quieres lucir al natural, sin nada de maquillaje, hazlo. Si quieres parecer como si estuvieras en un show televisivo, también puedes hacerlo. Es tu cara, son tus reglas.
12. La ropa que elijes
No tienes que decir que “te gusta usar leggings porque son muy cómodos” o que compraste ese vestido corto porque “quieres tener una noche loca”. La ropa que elijas llevar no es para complacer a nadie, y jamás debes permitir que una persona te presione para sentir eso.
13. Estar molesta por algo
No tienes por qué disculparte por sentir algo o expresar algo si en realidad no sientes que debes hacerlo. Si alguna persona te juzga por ser humano y tener emociones como cualquier otro, entonces quien debe pedirte disculpas es él o ella. Tienes permitido molestarte o sentir y expresar cualquier otra emoción.
14. Darle otra oportunidad a una relación que se suponía terminada
No tienes por qué disculparte si eliges esa relación porque te hace feliz y es algo que tú quieres y necesitar trabajar. Sólo ten muy claro que hay una enorme diferencia entre ser pisoteado y estar en un una relación en la que las cosas son de igual a igual: un papel que requiere compromiso y esfuerzo.
15. Si deseas casarte joven
16. Si no deseas casarte joven
17. Ser atractiva a pesar de algún detalle
No tienes por qué justificar tus ‘imperfecciones’ entre aquellas cosas que te gustan de ti. No eres atractiva por tener un hermoso cabello, o porque tienes un cuerpazo. Puedes ser atractiva sin tener que entrar en el molde de los estereotipos sociales. Los estándares de belleza fueron impuestos para hacernos sentir mal y obligarnos a comprar todos esos productos ‘mágicos’ que arreglan, en teoría, lo que no aceptamos de nosotras.
18. Rebasar los ‘plazos’ establecidos socialmente para ciertas cosas
¿A quién demonios le importa si tienes 35 años y sigues soltera y viviendo en la casa de tus papás? La vida no empieza cuando alguien llega a tu vida. No tienes por qué dar excusas por no haberte casado, o por no tener hijos, o porque acabaste la carrera pero no has terminado tu tesis o no buscaste trabajo inmediatamente.
No todas las vidas están destinadas a ser escritas de la misma manera. Cuando aceptas la historia que otra persona cuenta para tu vida, es porque no te estás escuchando a ti misma de manera clara.