Ser una profesional tomando siestas es un don, una especie de forma de arte desgraciadamente poco apreciada. Para ser parte de este nicho selecto de personas debes apreciar de verdad lo inigualable y reconfortante que resulta tomar una gran y larga siesta.
1. Todos tus principales problemas de la vida se resuelven tomando una siesta
Cuando te despiertes, el problema habrá desaparecido o se habrá vuelto tan grande que no puedes hacer nada al respecto de todos modos.
2. En realidad, casi todo en tu vida se resuelve con una gran siesta: no tomas decisiones sin ella
3. Nadie se mete con tus siestas, o puede salir herido
4. Has cancelado salidas debido a que coinciden con tu hora de tomar la siesta
5. Y siempre llegas tarde porque de otro modo no sobrevivirías sin dormir un poco
6. No te sientas culpable: una siesta puede hacer la diferencia entre amar u odiar al mundo
7. Has llegado a la conclusión de que dormir un viernes por la tarde es lo más cercano que estarás del cielo
8. Tienes una frazada especial para las siestas
9. Cuando tratas de dormir 20 minutos y luego te despiertas 8 horas más tarde te confundes pensando en qué siglo estás
10. Después pasas horas pensando cómo es que dormiste tanto
11. A veces tienes tantas cosas que hacer que mejor decides tomar una siesta
12. Sofás, sillas, pisos, camas, todos son lugares maravillosos en los que puedes dormir un poco
13. No sientes absolutamente ninguna vergüenza cuando duermes sólo unas horas después de despertar los fines de semana
14. La lucha real comienza cuando tienes que decidir entre comer y dormir un poco (dormir casi siempre gana)
15. Cualquier cosa que te haga sentir orgullosa se recompensa tomando una siesta
¿Lograste hacer 10 abdominales? ¡Claro que sí! Te mereces una siesta.
16. Te sientes extremadamente celosa de los gatos o los perros porque ellos duermen casi todo el día
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