Cuando la imaginación se conecta con la naturaleza se pueden crear verdaderas obras de arte, al menos así es como lo ha dejado en claro Anna, una artista que ha mezclado su amor por los bosques, el universo y los lugares salvajes para crear joyas forestales únicas.
Durante sus paseos por el bosque recolecta trozos de árboles y después los lleva a su casa para pintarlos con diferentes paisajes que únicamente pueden verse durante las noches. A continuación te mostramos algo de su increíble trabajo.