Bien dicen que un accidente puede arrancarnos la vida de un momento a otro, o por lo menos cambiarla completamente; tal como le sucedió Maddie Cable, una chica de 17 años que logró sobrevivir a un fatal accidente automovilístico.
El 30 de noviembre del 2015 Maddie y su madre Linda viajaban por la autopista cerca de su casa en Charlotte, Carolina del Norte; cuando se vieron atrapadas en medio de una torrencial lluvia; y como era de esperarse, su coche patinó y se estrelló. Afortunadamente Linda sólo recibió algunos golpes, pero la historia fue diferente para Maddie. Ella sufrió una fractura en su vértebra T12, y aunque los médicos lograron estabilizarla con barras y agujas, le dijeron que tenía que usar un corsé en su espalda a tiempo completo hasta que fuera lo suficientemente fuerte como para prescindir de él.
Maddie tenía que acostumbrarse emocionalmente a usar un corsé
“Me sentía muy consciente de ello, sobre todo si salía o si simplemente me veía en el espejo. Eramos este corsé y yo. Me están educando en casa, pero a veces sería agradable mirar a mis amigos. Cuando salgo en público, me siento muy incómoda y un poco avergonzada porque es muy difícil moverme, y a veces la gente se irrita conmigo porque soy lenta. Usarlo me hizo sentir deprimida y frustrada a causa del dolor y la forma en la que me estaba limitando, pero al mismo tiempo yo tenía mucho optimismo”.
Fue entonces cuando Maddie y su mejor amiga Sarah tuvieron una gran idea
Las dos chica son amigas desde hace 10 años y siempre han compartido su fanatismo por el Steampunk, es por eso que surgió la idea de crear un corsé con detalles de Steampunk en donde utilizaron engranes.
Les tomó de 3 a 5 horas decorar el aparato ortopédico como una armadura de Steampunk
Utilizaron plantillas artesanales, adornos de metal, y pintura acrílica en aerosol para crear la apariencia
“Decorarlo me hizo sentir que más que un aparato ortopédico es un aparato de diversión. Me gusta lo que llevo ahora. Me hace sentir con más confianza”.
El resultado fue simplemente sorprendente
Maddie dice que cuando las personas la ven por primera vez por lo general se sorprenden y después se muestran curiosas y simpáticas.
También recibe una gran cantidad de miradas extrañas, pero a pesar de todo eso, el corsé decorado le ha dado mayor autoestima y una visión diferente del mundo.
“El corsé me ha ayudado a entender a las demás personas que están pasando por una situación similar. Y una vez decorado, en lugar de sentirme avergonzada, me siento animada. El corsé simboliza la batalla que estoy luchando para recuperarme física y emocionalmente; además de hacerme crecer lejos del dolor. Después de todo se ve super fantástico”