Las fotos son recuerdos plasmados en papel, y hoy en día es mucho más fácil capturar momentos, pues la mayoría de las personas contamos con un celular con cámara incluida; sin embargo hay quien prefiere hacer algo más especial para esos recuerdos.
La fotógrafa Anna Rozwadowska es madre de dos pequeños: Jacob y Barbara. Ella decidió que quería capturar la infancia de sus pequeños pero de una manera especial, así que llevó las cosas más lejos. A pesar de no ser fotógrafa profesional, sino una simple profesora de Polonia, la fotografía y la costura se han vuelto su hobby; y gracias a esto, ahora sus hijos tendrán un recuerdo incomparable de sus primeros años de vida.
Ella hace disfraces únicos e increíbles para sus pequeños con tela barata, o retazos que encuentra disponibles. Después elige un sitio cerca de su casa, y es ahí donde en 10 o 15 minutos sucede la magia. Sus pequeños hijos nunca posan, ese es el secreto de la fantasía que reflejan las fotos, todo es natural, es parte de la imaginación de los pequeños y de la inocencia de sus mentes.