Layla es una niña que nació con una pequeña catarata que nubla su visión del ojo izquierdo. Para estimular el desarrollo de su ojo, ella tiene que usar un parche dos horas al día, por lo que su papá, Geoff Grubb, les dibuja diseños divertidos o de personajes que le gustan.
Aplicar los parches a temprana edad evita la ambliopía o trastorno de ojo perezoso, que ocasiona que la visión de uno de los ojos no se desarrolle plenamente en la infancia. Así que si Layla usa un parche dos horas al día significa que puede parecerse dos horas a: