Hay muñecas de trapo, madera y plástico, pero entre 1860 y 1900 las de porcelana cobraron popularidad a causa de su tamaño y estética. Hoy en día, pueden valer miles de dólares.
Aunque fueron creadas pensando en el juego infantil, actualmente son hechas para el mercado de coleccionistas. Aprovechado este último público, Anastasiya y Sergey Lutsenko, una pareja de artistas rusos, elaboran muñecas de este material con detalles tan realistas que cualquiera creería que se trata de una réplica en látex de un ser humano.