Charlie MacVicar, de 26 años, y su novio Luke Walker, de 27, compraron un autobús de dos pisos en Londres y lo convirtieron en una mansión de ensueño, que ubicaron junto a un pequeño lago y una granja improvisada.
Aunque algunos de sus allegados no creían posible su proyecto, la pareja demostró de lo que era capaz y adaptó su hogar con una sala de estar, cocina integral, recámara, bañera de lujo y hasta una chimenea para mantener el calor de hogar.