Los cupcakes rápidamente se convirtieron en los favoritos de todo el mundo, dejando al tradicional pastel muy de lado, pues muchas personas creen que es mucho más práctico que todos los invitados de una fiesta agarren su propio pastelito en vez de estar repartiendo rebanadas y tratar de que rinda para todos.
Además, los cupcakes son divertidísimos porque existen diseños que nos roban el aliento y son tan bellos que no queremos ni comérnoslos (aunque, la verdad, sí nos gana el hambre), pues hay personas expertas en pastelería que hacen de la confección de estos pastelillos todo un arte.