Es bien sabido que los bebés no son nada fáciles y que su cuidado involucra un gran esfuerzo físico y emocional. Alimentarlos, vestirlos y hacerlos dormir son algunos de los exhaustivos deberes que llevan a las madres a pasar horas de insomnio y, en casos más graves, a perder el control.
Esta fue una lección que Olivia Cole, de 15 años, aprendió al cuidar a un pequeño bebé robotizado como examen final en la asignatura de educación infantil de su escuela.
Creyó que sería fácil…
Tal vez la joven imaginó que ser la hermana mayor de tres niños le ayudaría en el cuidado de un bebé, pero apenas tuvo al robot en sus brazos supo que sería todo lo contrario.
Así lo dijo la madre de Olivia, Lawren Galloway, quien compartió en su cuenta de Facebook la historia de cansancio y estrés por la que pasó la joven al cuidar al pequeño robot:
Conozcan a William. Es el bebé interactivo que Olivia debe cuidar para una clase. Lo ha tenido desde el viernes en la noche y ahora está completamente exhausta. Está dispuesta a rendirse y quiere regresar a William (o incluso lanzarlo).
Le rogó a su madre que le ayudara con el bebé
Olivia ya no daba más, el bebé robot la había dejado totalmente exhausta. Pero la situación se agravó un día, a las tres de la mañana, cuando se acercó al cuarto de su madre porque no sabía cómo controlar a William…
Llegó a mi cuarto a eso de la 3:00 am. Estaba llorando mientras le daba el biberón. Me rogó que la ayudara porque quería dormir algunas horas.
Pero no la ayudó, la joven debía aprender que los bebés no son cualquier cosa.
Tuvo que repetir la materia
Y aunque pareciera que la chica no se esforzó en cuidar al bebé, ¡realmente lo hizo! Olivia dejaba incluso de comer para atender a su hijo ficticio.
Pero sus esfuerzos no rindieron frutos, pues cuando fue la hora de devolver al bebé a su maestra terminó reprobando el curso, ya que obtuvo como calificación solo un 65 por ciento, motivo por el cual tuvo que volver a llevarse al muñeco hasta aprobar. Olivia aprendió de la manera más dura que no es nada sencillo tener un hijo y mucho menos ser madre.